Roma (Italia). El 8 de diciembre de 2020, a 150 años del Decreto Quemadmodum Deus, con el cual el Beato Pio IX declaraba a San José Patrono de la Iglesia Católica, el Papa Francisco establece que, para el 2021, se celebre un especial año con San José, “en el cual cada fiel con su ejemplo pueda reforzar cotidianamente la propia vida de fe en el pleno cumplimiento de la voluntad de Dios”. (Decreto Penitenzieria Apostolica)
En la Carta apostólica Patris corde, publicada en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, el Papa comparte “esta extraordinaria figura, tan cercana a la condición humana de cada uno de nosotros”.
A cuantos, con gestos pequeños y cotidianos, enseñan a los niños a afrontar las dificultades alzando la mirada y motivando para la plegaria, el Papa Francisco presenta el ejemplo de un padre tierno y obediente, valiente y concreto afrontando la vida: “Todos pueden encontrar en San José al hombre que pasa inadvertido, el hombre de la presencia cotidiana, discreta y escondida, un intercesor, un apoyo y una guía en los momentos de dificultad”.
La carta de la Patris corde también muestra que José vive una paternidad hecha de silencio y actos concretos de confianza, abriendo espacios a lo inédito que un hijo lleva consigo. “Un padre es consciente de completar la propia acción educativa y de vivir plenamente la paternidad solo cuando se hace “inútil”, cuando ve que el hijo se hace autónomo y camina solo por los senderos de la vida”.
San José es patrono del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, querido por Don Bosco (Cost FMA 1885) para invocar la intercesión y emprender un camino de santidad hecho de silencio, de humilde disponibilidad y de acogida de los signos de Dios.
En las Comunidades FMA, San José es invocado como “ecónomo” y protector de las obras: “También en Nizza San José ha sido elegido “ecónomo” de la casa, a él se ha confiado la salud de las hermanas y de las chiquillas y la terea de alejar el pecado. (…) Este año, entonces, con el nuevo brazo de la fábrica iniciado en la primavera, ¿cómo no reavivar la confianza hacia el Santo de la Providencia?…por eso continúo la invitación: “¡Recemos a San José! ¡Digámoslo a San José!” Es general el recurrir a la cabeza de la Sagrada Familia”. (Cronistoria III 170)
Se invoca a San José en las diversas circunstancias de la vida del Instituto: momentos de gozo y de dolor, frente a los peligros y a los males de distintos géneros, con novenas, renuncias y actos de devoción que expresan la plena confianza en el Santo Patrón.
San José es también enfermero y médico: ”Con esta bella función permanece abierto el mes de San José, ya invocado como “ecónomo” del Instituto, y este año también como enfermero y médico; porque en Nizza, como en todo el Piamonte, sigue serpenteando la viruela. (…) Los forasteros no pueden convencerse a sí mismos de cómo nuestra casa es ilesa. (…) ¡No saben qué protector tenemos en San José, al cual nos hemos confiado!” (Cronistoria III 145)
La Madre General de las FMA, Madre Yvonne Reungoat, el 19 de marzo de 2020, Solemnidad de San José, en un Mensaje invitaba a todas las Comunidades Educativas del Instituto de las FMA a confiarse a su intercesión en el tiempo de particular prueba por la pandemia Covid-19:
“Le pedimos mantener vivo en cada Comunidad Educativa, y en cada una de nosotras, el compromiso de preparación al CG XXIV; escuchar con corazón disponible la palabra de María Su Esposa que nos dice: “Haced lo que Él os diga” (…) Que nos enseñe a vivir el silencio orante, como hizo él, frente a situaciones delicadas, precarias y humanamente difíciles, de modo especial por el coronavirus”.
En el Decreto de la Penitenciaría Apostólica, se encuentran las modalidades para la concesión del “don de especiales indulgencias”, en las conmemoraciones del 19 de marzo y del 1º de mayo, en la Fiesta de la Santa Familia de Jesús, María y José, en el Domingo de San José (según la tradición bizantina), el 19 de cada mes y cada miércoles, día dedicado a la memoria del Santo según la tradición latina.
