Chiúre (Mozambique). El 5 de diciembre de 2020, un grupo de jóvenes de la Granja de Esperanza , juntos desde pocos meses en Santa Isabel de Chiúre para iniciar una experiencia misionera, ha involucrado a adultos, jóvenes de la Comunidad parroquial y las Hijas de María Auxiliadora de la Comunidad S. Maria Domenica Mazzarello de Chiúre en un camino en espíritu de peregrinación, escalando el Monte Kuphe.
En el horizonte del tiempo litúrgico de Adviento y en el corazón de la novena de la Inmaculada, los jóvenes mismos han guiado toda la experiencia de reflexión y plegaria. Llegados a la cima, han animado el rosario y orientado la meditación sobre la Palabra de Dios, alternando cantos y favoreciendo la interiorización y el compartimiento de las experiencias personales.
Algo nuevo está naciendo: el voluntariado juvenil. La experiencia ha desvelado en los jóvenes la belleza y la alegría de darse, de compartir el propio tiempo y, con creatividad, aproximarse a los más vulnerables, aliviando el sufrimiento de niños, mujeres y jóvenes obligados a huir de sus tierras de origen. Se consolida, así, la consciencia de unir los esfuerzos poniendo en común diferentes perspectivas para mantener la esperanza.
La misión de Chiúre se ha convertido en una gran tienda que acoge a quien llega de distintas procedencias de modo que todos se sienten hermanos. “¡Soñamos como una única humanidad, como viandantes hechos de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos hospeda a todos nosotros, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos!” (Papa Francesco, Fratelli tutti nº8).
En este tiempo de Navidad, con el deseo de llevar a todos un mensaje de paz y de esperanza, se ha iniciado la preparación de los momentos de oración y de compartir los bienes en los diversos centros de acogida que la Comunidad de las FMA acompaña.
