Seúl (Corea del Sur). El 24 de mayo de 2021, Solemnidad de María Auxiliadora, en Seúl, capital de Corea del Sur, siete aspirantes miembros de la Asociación de María Auxiliadora (ADMA Primaria) hicieron la Promesa, constituyendo el Grupo ADMA Seúl.
La ADMA Primaria es una asociación de laicos, fieles al carisma de don Bosco, que en todo el mundo asumen el compromiso de vivir el cotidiano imitando a María y poniéndose como hijos bajo su manto.
El Grupo ADMA Seúl inició el período de formación en 2017. En este tiempo las siete aspirantes, acompañadas de la Animadora Espiritual, sor Susanna Lee, Hija de María Auxiliadora de la Inspectoría Stella Mattutina (KOR), han profundizado la espiritualidad de Don Bosco y la historia de la Asociación, durante los encuentros semanales tenidos en la Casa Inspectorial Maria Ausiliatrice de Seúl.
La Celebración Eucarística con las Promesas, presidida por don Marcello Baek, Salesiano de Don Bosco, Vicario de la Inspectoría Santi martiri coreani (KOR), se tuvo en la Capilla de la Casa Inspectorial FMA, con la participación de la Inspectora, sor Cecilia Kim, de algunas FMA de las Comunidades de Seúl y de los Jóvenes.
Las siete candidatas, pronunciando las palabras de la Promesa, se comprometieron a vivir la vida de cada día en familia, en el trabajo, en la sociedad civil y eclesial, testimoniando la fidelidad a Cristo, siguiendo las enseñanzas y los ejemplos de Don Bosco y confiando en la ayuda materna de María.
Entrevistadas, cada una respondió a la pregunta: ¿Qué ha cambiado en tu vida después de haber entrado a formar parte de la ADMA?
- “En los tres años de formación he profundizado los Reglamentos de la ADMA, la Introducción a la Vida Devota de San Francisco de Sales y he profundizado la misión de la Asociación consultando el Sitio Web ADMA. Empiezo, así, a modelar mi vida según la espiritualidad de Don Bosco y de María Auxiliadora. Mi familia ha quedado sorprendida y se alegra diciendo: nuestra madre ha cambiado. A ejemplo de María, estoy intentando tratar a todos con mayor amabilidad”.
- “Mi participación en la comunidad parroquial ha cambiado mucho: en este difícil momento de pandemia estoy cercana a los padres de los niños de la catequesis, recordándoles con paciencia no renunciar a mandar a los propios hijos al catecismo. Me siento más fuerte en la fe y una “misionera” más eficaz entre los fieles de la parroquia”.
- “Siguiendo la espiritualidad de Don Bosco en la vida cotidiana, hace un año empecé a preparar el almuerzo diario para llevar y a compartirlo con algunas personas necesitadas vecinas a nosotras. Cuando veo la alegría en los rostros de quienes reciben la comida, me siento feliz de verdad y llena de alegría”.
- “Después de haber emprendido el camino de espiritualidad y formación de la ADMA, mi enfoque de la vida ha cambiado. He empezado a rezar junto a mi marido y recientemente mi hija recién casada y su esposo han comenzado a seguir la Santa Misa en la TV católica, a causa del lockdown”
- “Desde hace dos años, invitada por mi amiga de la parroquia, he empezado a frecuentar la formación ADMA con las FMA. En el primer encuentro me llamó la atención la expresión “Educar como Don Bosco”. Ha supuesto un gran cambio en mi modo de ver la educación. No se trata de una competición, sino de hacer sentir a los niños y a los jóvenes que son amados. “¡Mamá, has cambiado!”: Mis hijos se dieron cuenta de que su mamá había cambiado con la amabilidad de Don Bosco.”
Con el nuevo Grupo ADMA Seúl, que se ha unido al primer Grupo nacido en Gwangju en 2016, ahora son dos los grupos ADMA en Corea del Sur, 80 grupos en la Región Asia Este – Oceanía (EAO) y más de 800 grupos en todo el mundo.