Milán (Italia). El 6 de noviembre de 2021, en el Duomo de Milán, iglesia catedral de la Archidiócesis de Milán, 200 jóvenes entre los 18 y los 30 años se encontraron con 10 Obispos a la cabeza de las diócesis de la región de Lombardía y 4 Obispos auxiliares de Milán para dialogar en mesas temáticas, iniciando al Proyecto “Jóvenes y Obispos” querido por la Conferencia Episcopal Lombarda (CEL) y coordinado por Odielle (Oratorios Diócesis Lombardía).
El Proyecto Jóvenes y Obispos nace para acoger las demandas de la Exhortación “Christus Vivit” del Papa Francisco en la conclusión del Sínodo de los Obispos del 2018 «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, para concretar y continuar este camino iniciado en la Iglesia universal, para caminar junto a los jóvenes.
Los participantes, que representan oratorios, asociaciones y realidades juveniles de la Región, han acogido la oportunidad de abrir un diálogo con los Pastores de las Iglesias lombardas sobre cinco temas: vocación y trabajo; afectos; vida y entrega; ecología; ritos; interculturalidad.
Entre los 200 sentados en las mesas estaban presentes cuatro jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) Lombardía Emilia y una joven Hija de María Auxiliadora, sor Mafalda Montanini, con la Consejera para la Pastoral Juvenil de la Inspectoría Sacra Familia (ILO), sor Simona Bisin y el Delegado para la Pastoral Juvenil de la Inspectoría San Carlo Borromeo (ILE), don Paolo Caiani, SDB.
Generar chispas para cambiar el mundo
La sesión plenaria empezó con la plegaria y con las palabras de acogida del Arzobispo de Milán, Mons. Mario Delpini, que utilizó una imagen para describir la situación de la Iglesia hoy, la cual tiene un mensaje de salvación, el Evangelio, tiene un ardor, el mandato, pero no sabe quién está dispuesto a acogerlo:
“El mensaje es importante y puede orientar el camino, indicar el futuro, sembrar una esperanza. El mensajero está lleno de ardor y de buena voluntad, tiene un sentido de responsabilidad por el mensaje que lleva y siente el deseo de compartir este mensaje. Pero parece que haya errado la dirección…”. Y concluye: “Este momento de gracia, en este lugar tan significativo, no quiere decir únicamente intercambiarnos algunos pareceres, sino generar chispas a fin de que el fuego ardiente nos encienda. No somos gente que escribe un documento, sino que comparte un ardor. (…) ¡Nosotros los Obispos hemos deseado este encuentro porque este mensaje es un fuego, estos mensajeros están llenos de ardor y generan chispas!”.
La confrontación tiene lugar en el interior de un inédito Duomo de Milán, en el que se establecen 14 Mesas temáticas. Alrededor de cada mesa se sientan juntos un obispo y una docena de jóvenes. Una escucha profunda, dentro de un diálogo abierto y sincero, trata de comprender cómo los jóvenes ven estos temas, en la complejidad del momento que se está viviendo.
Sor Mafalda, comprometida con el tema de los Ritos en la mesa con el Obispo de Mantua, Mons. Gian Marco Busca y con otros jóvenes, cuenta acerca de “un diálogo animado y atractivo – no una simple colección de opiniones y ni siquiera un deseo de llegar a toda costa a algo concreto – a partir de las hojas de trabajo, pero también de la voz de muchos otros jóvenes que en este período hemos entrevistado, o de los amigos con los cuales hemos intercambiado ideas sobre el tema para poder llevar la voz del mayor número de individuos posible, cercanos o lejanos a la Iglesia”.
Tres horas a disposición para la primera parte dedicada a la confrontación y después la síntesis, elaborada por los facilitadores de las mesas, retomando lo surgido de los cinco temas y expuesto por los portavoces, mientras un artista dibuja detrás de ellos una representación visual de los conceptos.
Un momento verdadero de camino sinodal
Como conclusión del encuentro, Mons. Mauricio Gervaloni, Obispo de Vigevano y encargado de la Pastoral Juvenil de la CEL, agradece a los jóvenes: “Gracias a todos vosotros que habéis acogido con entusiasmo y seriedad la invitación que obliga a nosotros los Obispos a la misma seriedad y compromiso. (…) Hoy hemos tenido un momento verdadero de camino sinodal que hace madurar en nosotros una actitud de escucha y de búsqueda sapiencial”.
El primer paso
Releyendo la experiencia Sor Mafalda observa: “Es el rostro de una Iglesia viva, que escucha, que emprende un viaje con los jóvenes, empezando por donde están, poniéndose uno al lado del otro y tratando de caminar juntos. El primer paso para que el mensajero encuentre el camino, encuentre una dirección, encuentre a quién entregar el mensaje que está cerca de su corazón”.
El camino “Juventud y Obispos” continuará en todas las diócesis lombardas con iniciativas coordinadas por las oficinas de Pastoral Juvenil y eventos regionales, hacia la meta de la Jornada mundial de la Juventud de Lisboa, en el 2023.