Roma (Italia). El 9 de abril de 2022, durante la Audiencia concedida a Su Eminencia Reverendísima el Señor Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, el Sumo Pontífice autorizó a la misma Congregación para promulgar el Decreto correspondiente al milagro atribuido a la intercesión del Beato Artemide Zatti, Laico profeso de la Sociedad de San Francisco de Sales; nacido el 12 de octubre de 1880 en Boretto (Italia) y fallecido el 15 de marzo de 1951 en Viedma (Argentina).

El Beato Artemide Zatti será pues reconocido por la Iglesia universal como Santo. La fecha de la Canonización la decidirá el Sumo Pontífice en el curso de un Consistorio ordinario.

La curación inexplicable que abre el camino a la canonización de Artemide Zatti tuvo lugar en las Filipinas en agosto del 2016 y se refiere a un hombre que había sufrido un accidente cerebrovascular isquémico, acompañado de complicaciones adicionales.

La noticia es motivo de gran alegría para la Congregación Salesiana que tendrá el primer Salesiano Coadjutor – consagrado, pero no sacerdote- que será proclamado Santo, y para toda la Familia Salesiana.

El Papa Francisco conoce a Artemide Zatti y tiene una gran fe en su intercesión, gracias a la cual, cuando era Provincial de los Jesuitas en Argentina, obtuvo numerosas vocaciones de hermanos laicos para la Compañía de Jesús. Fue él mismo quien lo testificó, en una carta que escribió a un salesiano argentino en el 1986 y que Don Juan Edmundo Vecchi, VIII Sucesor de Don Bosco en la guía de la Congregación Salesiana, incluyó en la Carta publicada con vistas a la beatificación del Salesiano Coadjutor.

Nacido en Italia, Artemide Zatti emigró a Argentina con la familia, a causa de la pobreza, y se estableció en Bahía Blanca, donde frecuentó la parroquia regida por los Salesianos. A los 20 años entró en el aspirantado de Bernal. Asistiendo a un joven sacerdote afectado de tuberculosis, contrajo la enfermedad. Un salesiano lo invitó a rezar a María Auxiliadora para obtener la curación, sugiriéndole que hiciera una promesa: “Si Ella te cura, tú te dedicarás toda tu vida a estos enfermos”. Artemide hizo con gusto esta promesa y misteriosamente curó.

Emitió como hermano laico su primera Profesión el 11 de enero de 1908 y la Perpetua el 8 de febrero de 1911. En coherencia con la promesa hecha a la Virgen, se consagró pronto y totalmente al Hospital, estimado por todos los enfermos, los médicos y los enfermeros. Su servicio se extendía a las dos localidades situadas a las orillas del río Negro: Viedma y Patagones. La fama de enfermero santo se difundió por todo el Sur y desde la Patagonia llegaban enfermos. Artemide Zatti amó a sus enfermos de manera conmovedora.

Fue un hombre fácil para las relaciones humanas, con una visible carga de simpatía, contento de poder entretenerse con la gente humilde. Pero fue sobre todo un hombre de Dios. Lo irradiaba. Un médico del hospital, no creyente, dirá: “Cuando veía al señor Zatti mi incredulidad vacilaba”. Y otro: “Creo en Dios desde que conozco al señor Zatti”.

En el 1950 cayó de una escalera y en aquella ocasión se manifestaron los síntomas de un cáncer que él mismo lúcidamente diagnosticó. Murió el 15 de marzo de 1951 en plena conciencia, rodeado del cariño y la gratitud de toda una población.

Fue declarado Venerable el 7 de julio de 1997 y Beatificado por San Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro el 14 de abril de 2002.

Fuente: InfoANS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.