Roma (Italia). El 5 de diciembre de 2019 finalizó el XXIII Curso de Formación permanente en Pastoral Misionera, llevado a cabo en la Universidad Pontificia Salesiana (UPS) de Roma, del 30 de septiembre al 5 de diciembre de 2019.

Iniciado con el estudio de las fuentes del carisma salesiano en Valdocco y Mornese, el Curso reunió , por un período de tres meses, 34 misioneros – 13 FMA (de las cuales 3 son neo-misioneras), 2 hermanas franciscanas y 19 Salesianos de Don Bosco – provenientes de India, Congo, Camboya, Argentina, Siria, Reino Unido, Italia, España, Filipinas y Brasil.

El día antes del inicio del Curso – el 29 de septiembre de 2019 – algunos de los participantes, durante la Celebración Eucarística de la 150ª Expedición Misionera en la Basílica de María Auxiliadora en Turín, recibieron del Rector Mayor de los Salesianos, Don Ángel Fernández Artime, la Cruz Misionera, en presencia de la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, Madre Yvonne Reungoat y de sor Alaide Deretti, Consejera para las Misiones.

Las lecciones, destinadas a resaltar los fundamentos teológicos, los contextos, los itinerarios y las prácticas de la misión, tenían el objetivo de hacer comprender desde varias perspectivas los desafíos para la misión de la Iglesia de hoy: Misión y cuidado de la casa común, Misión y ecumenismo, Misión e información, Globalización y misión, Comunicación y evangelización, Misión y educación, Familia y misión, Santidad misionera, La catequesis en el proceso evangelizador de la Iglesia,… fueron algunas de las temáticas afrontadas. La apertura del Curso a más Congregaciones y el compartir las experiencias misioneras personales, además, enriquecieron el proceso formativo, evidenciando el sentido eclesial de la experiencia.

Una de las religiosas participantes en el Curso, sor Liliane Kaputo, FMA, subrayó que no se trató sólo de un tiempo de reflexión y de profundización sobre temas misioneros, teológicos, pastorales y eclesiales, sino de “una experiencia de espiritualidad con los Ejercicios Espirituales en la Fraterna Domus di Sacrofano que espontáneamente nos invitó a la plegaria y a la profundidad”. En efecto, además de las 200 horas de formación, con la intervención de expertos sobre diversos contenidos inherentes al compromiso misionero, los participantes pudieron vivir momentos significativos directamente en lugares donde han nacido y vivido algunas grandes figuras espirituales. Assís y Siena, ciudades de origen de San Francisco y de Santa Catalina, Subiaco, donde San Benito de Nurcia pasó un período de vida eremítica, y Roma, fueron las metas de las peregrinaciones: “Las peregrinaciones no sólo nos han motivado, sino que nos han invitado a entrar en comunión con estos grandes santos de la Iglesia. Visitar las Catacumbas de San Calixto, caminar sobre las huellas de San Pablo y ver de cerca las excavaciones de la Tumba de San Pedro en el Vaticano, nos permitieron entrar en armonía con una Iglesia de los mártires, una Iglesia minoritaria, una Iglesia en salida”.

Para un grupo de los participantes, el recorrido culmina en las huellas de Jesús en Tierra Santa, del 7 al 14 de diciembre de 2019, meta por excelencia de peregrinación.

No podía faltar la participación en una audiencia del miércoles – el 13 de noviembre de 2019 – en la Plaza de San Pedro: “Pudimos ver al Papa de cerca, sentirnos en profunda comunión con él y enviados como misioneros”.

Sor Liliane Kaputo en la conclusión del Curso afirmó: “Los retos son aún muchos, pero estamos seguros de que después de este tiempo de formación, reflexión y plegaria, podremos partir con más entusiasmo y confianza en Dios. Todos somos misión.”

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