Roma (Italia). Ven y verás (Jn 1,46). Comunicar encontrando a las personas cómo son y dónde están. Es éste el tema de la 55ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebra en mayo de 2021.
El Papa Francisco ha escogido las palabras del Apóstol Felipe para recordar que al conocer la vida de los otros, al participar en ella, se comprende el sentido de las cosas.
En un tiempo de pandemia, con la distancia impuesta por el lockdown, “en el cambio de época que estamos viviendo”, comunicar “hace posible la cercanía necesaria para reconocer lo que es esencial y comprender de verdad el sentido de las cosas”.
Las palabras “Ven y verás”, dirigidas por Jesús a Natanael, recuerdan que “el anuncio cristiano antes que de palabras, está hecho de miradas, testimonios, experiencias, encuentros, cercanías. En una palabra, de vida”. Una vida que se entrelaza con la verdad que nace del encuentro con las personas participando en las alegrías y penas que cada uno vive.
Dios te encuentra donde estás es una guía para los que están comprometidos a informar, a tejer redes comunicativas y a relatar Buenas noticias. En la llamada de los primeros discípulos, cuando Jesús va a encontrarlos y los llama para seguirlo, está la invitación para el hoy a utilizar instrumentos y medios diversos, para llegar a las personas como son y allí donde viven.
Ven y verás. Es la experiencia de quien ha encontrado al Señor que suscita muchas otras experiencias fascinantes. Se crea así, una cadena de testimonios valientes que, anillo tras anillo, conducen directamente a la persona del Señor. A partir de esta convicción, se puede ser anunciadores de Jesús, contando la experiencia de acoger a cada hermana, hermano, joven, migrante y pobre propiamente allá donde están, con sus historias, sus deseos de paz y de esperanza.
Es un modelo comunicativo verdaderamente bello y salesiano, que permite acoger a los jóvenes tal como son, y en ellos encontrar aquella semilla de bien partiendo del punto en que están y así llevarlos a Cristo.
La invitación del Papa Francisco es clara: “Hace falta ser promotores de una comunicación que no juzga (cómo) y que sabe respetar el recorrido de cada persona y acogerla propiamente allí (dónde) se encuentra”, como sembradores de esperanza para un mundo de paz y de amor.
