Roma (Italia). El 6 de noviembre de 2023, en el Aula Pablo VI adornada con muchos colores y un gran globo terráqueo que predominaba, aproximadamente 7.500 niñas, niños y preadolescentes, procedentes de 84 países de los cinco continentes, con entusiasmo aceptaron la invitación que el Papa Francisco, les hizo el 1 de octubre al finalizar el Ángelus:
“Junto a ellos (cinco niños), quiero anunciarles que el 6 de noviembre por la tarde, en el Aula Pablo VI, tendré un encuentro con niños de todo el mundo. (…) Es un encuentro para manifestar el sueño de todos: volver a tener sentimientos puros como los niños, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como niños. Los niños nos enseñan la claridad de las relaciones y la aceptación espontánea del extraño y el respeto de toda la creación. Queridos niños, los espero a todos para aprender yo también de ustedes.”
El evento, titulado “Los niños se encuentran con el Papa. Aprendemos de los niños y las niñas” fue patrocinado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación y organizado en sinergia con la Comunidad de Sant’Egidio, la cooperativa Auxilium, las Oficinas escolares regionales, Trenitalia y Busitalia, el Grupo de Ferrocarriles del Estado italiano – que han puesto a disposición trenes y autobuses que han transportado gratuitamente a niñas y niños con profesores y educadores de diversas regiones italianas – y con el apoyo del mundo franciscano, de la fundación PerugiAssisi y de la Federación Italiana Giuoco Calcio (FIGC).
En el evento también estuvieron presentes algunas Escuelas de las FMA, entre ellas 34 niños/as de la Escuela Secundaria de 1° Grado María Auxiliadora y Madre Mazzarello de Turín, de la Inspectoría María Auxiliadora (IPI). Como narró sor Enrica Ferroglio, FMA, los niños/as “estaban emocionados, felices, llenos de entusiasmo y al mismo tiempo seriedad por todos los poros: uno de ellos vino con camisa blanca y corbata, otro me preguntó si debía darle de Usted o del Tú en caso de que lo viera de cerca; Uno traía en la mochila la carpeta de dibujo con un retrato para el Papa; muchos le han escrito una carta o le han dejado una foto de la familia”.
Alrededor de cincuenta delegaciones extranjeras han llegado de diferentes países de Europa y de otros continentes: los niños de Vietnam han cantado al Dios de la creación (“Un golpe de aire fresco dirigido a Ti”), el grupo de Brasil – Amazonia y Río de Janeiro – ha recordado en música que “Tudo está interligado nesta casa comum” (Todo está interconectado en esta casa común), los jóvenes amigos de las Islas Samoa y de Tonga han narrado el arduo viaje emprendido para llegar a Roma, la Orquesta de la Paz “Aldo Capitini” compuesta por unos cincuenta chicos y chicas, con sus voces e instrumentos musicales, han inspirado en la música el compromiso de convertirse en constructores de paz, los niños/as del Pequeño Coro del Antoniano han propuesto el canto “Bello mundo, eres nuestra casa y nosotros te cuidaremos!” con la carta firmada por cientos de chicos y chicas en respuesta al llamado del Papa Francisco para cuidar del mundo. Han contribuido a preparar el camino para el Papa los payasos con sus sueños y risas, y el cantante Mr. Rain con el artista español Beret, que han recordado a los pequeños fans que son héroes solo poniendo sus alas cerca de las de los demás para volar alto.
La intensa hora transcurrida con el Papa Francisco mostró un camino de luz: “aprender de los niños y de las niñas”. “¡Así es! – confirmó el Santo Padre – Es necesario aprender de vosotros. Estoy siempre feliz cuando os encuentro, porque cada vez me enseñáis algo nuevo. Por ejemplo, me recordáis lo hermosa que es la vida en su simplicidad, ¡y también me enseñáis lo hermoso que es estar juntos! Son dos grandes dones de Dios: estar juntos y con sencillez”.
La cercanía paterna, el diálogo afable, la conversación en sencillez como entre abuelo y nietos han permitido que los niños y las niñas de los 14 países que estaban sentados a su alrededor le hicieran libremente preguntas personales y profundas sobre los temas que más les afectan. Como un auténtico animador y comunicador eficaz, el Papa Francisco respondió al incesante ritmo de preguntas: los hizo reflexionar y los invitó al silencio, los animó a repetir con energía frases sencillas y llenas de sabiduría, como “destruir la Tierra es destruirnos”, “la persona que no tiene amigos, es una persona triste”, “proteger la naturaleza porque es nuestro futuro”, “el trabajo nos da dignidad”, “no desperdiciar la comida”… (Texto completo).
La paz estuvo en el centro del diálogo y el Papa, antes de concluir haciendo rezar un Ave María, les pidió a los niños/as que se dieran la mano: “Hemos hablado de muchas cosas hermosas, pero lo más hermoso que toca vuestro corazón es la paz, porque vosotros no queréis la guerra, queréis que en el mundo haya paz. Ahora, todos juntos hagamos una señal de paz y nos damos la mano, unos con otros, nos saludamos. Eso es, nos saludamos dándonos la mano como signo de paz”.
Antes de salir, bendijo cariñosamente a numerosos niños enfermos procedentes del Hospital “Niño Jesús” y con gusto autografió gorras y pañuelos de muchos de ellos. De la voz de quienes salían alegremente del aula Pablo VI se podía captar la conmoción y el entusiasmo por un encuentro único: “Nos venía casi de llorar…”,” He visto al Papa: ¡una emoción única! …”, “¡Nunca he estado en una habitación con 7000 niños! …”, “¡Una experiencia que me quedará en el corazón!”.
Que bella iniciativa la del Papa, los niños, las niñas llenan de alegría los ambientes, los corazones, las comunidades y familia, no olvidemos el lema de la Infancia Misionera: “De los niños, de las niñas del mundo siempre amig@s, oremos por ellos, ellas y sus familias