Roma (Italia). Se ha dado a conocer el  tema elegido por el Papa Francisco para la 56ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará en mayo de 2022.

¡Escuchad!

 Una nota explicita las motivaciones ligadas al tiempo actual:

 “La pandemia ha afectado y herido a todos y todos tienen necesidad de ser escuchados y confortados. La escucha es fundamental también para una buena información. La búsqueda de la verdad comienza por la escucha. Y así también el testimonio a través de los medios de comunicación social.

Cada diálogo, cada relación comienza por la escucha. Por esto, para poder crecer, también profesionalmente, como comunicadores, hace falta volver a aprender a escuchar mucho”.

Después de la exhortación a ponerse en movimiento, a ir y ver, del Mensaje del 2021- «Ven y lo verás» (Jn 1,46). Comunicar encontrando a las personas donde están y como son – en el Mensaje para la Jornada Mundial 2022 el Papa Francisco pide al mundo de la comunicación que vuelva a aprender a escuchar.

La referencia bíblica – “Mirad, pues cómo escucháiscf Lc 8,18) – explicita la atención al modo con que ponerse a la escucha: “Para poder verdaderamente escuchar se necesita coraje, se necesita un corazón libre y abierto, sin prejuicios”.

El Mensaje se extiende a toda la comunidad eclesial, invitada a redescubrir la escucha como esencial para vivir la sinodalidad:

“En este tiempo en el cual toda la Iglesia está invitada a ponerse a la escucha para aprender a ser una Iglesia sinodal, todos estamos invitados a redescubrir la escucha como esencial para una buena comunicación”.

El anuncio del Tema de la 56ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales llega en el curso de la celebración del XXIV Capítulo General, experiencia de fe y de discernimiento, en que las Capitulares y las Hijas de María Auxiliadora de todo el mundo están llamadas a ponerse a la escucha del Espíritu y de los llamamientos de Dios presentes en el hoy de la historia, para construir con los jóvenes y las jóvenes comunidades generativas de vida en el corazón de la contemporaneidad.

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