Montevideo (Uruguay). Desde el 21 de Octubre al 6 de noviembre 2023, la Madre Chiara Cazzuola estuvo en Uruguay para los Ejercicios Espirituales de las Conferencias interinspectoriales de América (CIB – CICSAL – CIMAC – CINAB – NAC) y para la visita a la Inspectoría Inmaculada Concepción (URU)
En el aeropuerto de Montevideo la Madre fue acogida por la Inspectora sor María de los Ángeles Grassi y por una delegación de Hijas de María Auxiliadora, de allí se dirigió a la Casa Inspectorial en Villa Colón, la primera presencia de las FMA en América.
El 22 de Octubre, la Madre participó en la celebración Eucarística en el Santuario de María Auxiliadora del colegio Salesiano Pio IX, en Villa Colón. La Eucaristía fue presidida por Don Alfonso Bauer, Inspector de los Salesianos de Don Bosco, participaron en ella diferentes miembros de la Familia Salesiana que celebraron en esta ocasión el 80° aniversario del “Centro María Teresa”, una obra de las Damas Salesianas, dedicada al servicio social.
Por la tarde, la Madre, junto a la Inspectora y a sor Phyllis Neves -Consejera Visitadora que se encuentra visitando la Inspectoría Chilena S. Gabriel Arcángel (CIL)- visitaron la comunidad Madre Magdalena Promis de Las Piedras. Las hermanas ancianas la esperaban con mucha alegría, con cantos e instrumentos, además le presentaron sus trabajos de tejidos. La Madre saludó a cada una, también a las que se encontraban en cama, con mucho cariño y delicadeza, se dirigió a todas resaltando el espíritu misionero del Instituto, pidiéndoles que recen por las vocaciones, que sean fieles y que tengan a Jesús en el centro de sus vidas. Luego se tomaron la foto de grupo y se despidió de ellas citando a Madre Mazzarello: “Nos encontraremos en el Corazón e Jesús”.
Entretanto, a la Casa de Villa Colón llegaron las Inspectoras de América para los EEjercicios Espirituales, que se desarrollaron del 23 al 30 de Octubre.
Juan Lacaze, ciudad obrera del departamento de Colonia, a 150 kilómetros de Montevideo, acogió a Madre Chiara el 1° de noviembre. Allí se encuentra la Comunidad María Auxiliadora, que gestiona la Escuela de Infancia y la Escuela Primaria. Con mucho entusiasmo los alumnos, junto con sus profesores, habían preparado para la Madre representaciones, cantos y actuaciones. Un momento significativo fue el espacio para las preguntas de los niños, que querían saber más sobre la vida, la vocación y la misión de la “invitada de honor”.
El alcalde de la ciudad, Arturo Bentancor, invitado al evento, rindió homenaje a la Madre con una cesta de productos típicos de la Región, dedicada a la producción quesera. La Comunidad Educante le hizo don de una artesanía de madera que representa un personaje del Candombe, una danza típica de Uruguay, claro reflejo del vínculo africano en las raíces de este país. Después de compartir el almuerzo con la Comunidad FMA, regresó a Villa Colón para participar en la Eucaristía de Todos los Santos presidida por el Cardenal Daniel Sturla, Salesiano de Don Bosco, junto con los miembros de la Familia Salesiana presentes en Uruguay.
El 2 de noviembre, en Villa Colón, Madre Chiara mantuvo un dialogo fraterno con las hermanas de las diversas comunidades, refiriéndose al Capítulo General XXIV. Respondió así a la pregunta “¿cómo ser una comunidad vocacional hoy?”: “Transparentar cada día la alegría de la propia vocación y de ser FMA es la primera condición para ser comunidad fecunda y vivir el carisma entre las jóvenes con frescura y originalidad”.
Recordando la categoría de la “presencia” como uno de los desafíos más grandes del CG XXIV, invitó a confiar en la presencia de María, la Madre siempre presente y el modelo para ser “comunidades generadoras de vida en el corazón del mundo contemporáneo”.
La visita más larga fue – el 3 y 4 de noviembre – a la Comunidad María Auxiliadora de Rivera, ciudad en el norte del país, en la frontera con Brasil. Las FMA, junto con un extraordinario equipo de laicos, gestionan tres presencias de carácter social, con diversos acuerdos con el Estado.
En el Club de los Niños inauguró un mural interactivo realizado en “red” con un artista español y los niños y los educadores del Centro. Allí pudo constatar la sencillez y la cercanía con la que los niños son acompañados y se sienten como en casa. En el Centro juvenil los jóvenes la recibieron al son de la percusión y le regalaron una artesanía realizada por ellos. Después de escuchar sus palabras de agradecimiento por las oportunidades que se les brindan, los alentó a seguir creciendo y aprovechar las oportunidades de capacitación que reciben.
Por la tarde participó en la Eucaristía en la parroquia salesiana “San Pedro”. En esta Eucaristía, el grupo de los Salesianos Cooperadores, acompañado por las FMA, renovó la promesa de pertenencia a la Familia Salesiana. En esta activa presencia de las FMA en la ciudad de Rivera, la Madre agradeció a la Comunidad por la animación pastoral y las exhortó a seguir siendo casa y familia para todos.
En este viaje, la Madre tuvo otros dos encuentros breves: uno con el Obispo de Tacuarembó, Mons. Pedro Wolcan, quien agradeció a las FMA por su presencia en la Diócesis; y otro con la Comunidad María Auxiliadora de Paso de los Toros (Tacuarembó), que se dedican a acompañar las Capillas de la ciudad.
El domingo 5 de noviembre la Madre concluyó su visita en la inspectoría de Uruguay encontrándose con el Consejo inspectorial. En este encuentro les hizo presentes las palabras que Don Rúa dirigió al Consejo General en 1922, recordó el papel de las consejeras en la animación de la Inspectoría y la necesidad de pertenecer, participar y asumir la responsabilidad del Instituto y de las Comunidades.
La experiencia de encuentro con la Madre General fue un paso de Dios en la Inspectoría, que alimenta la esperanza y anima a las FMA a caminar con mayor fidelidad a la vocación recibida y al Carisma, para seguir siendo signos del Amor de Dios entre los jóvenes.
Foto: FlickrFMA
