Villa Colón (Uruguay). Del 23 al 30 de octubre de 2023 se desarrolló en Villa Colón, Montevidéo, en la Provincia Inmaculada Concepción (URU), los Ejercicios Espirituales que contó con la presencia de la Madre General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Sor Chiara Cazzuola, y de las Provinciales de América. El 21 de octubre, Madre Chiara fue acogida por la Provincial, Hna. María de los Ángeles Grassi, en el aeropuerto de Montevidéo.

Fueron días intensos de encuentro, confrontación y oración tras las huellas de las seis primeras misioneras que pisaron suelo americano. Esta experiencia estuvo enmarcada en la propuesta del Proyecto de Espiritualidad Misionera (PEM) encuentra fundamento en la exhortación de la Iglesia a reavivar la espiritualidad misionera que debe caracterizar a todo cristiano. El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora se siente impulsado a renovarse en el ardor que lo caracterizó desde los orígenes, como lo atestiguan muchas historias extraordinarias de caridad escritas con la vida en lugares desconocidos y lejanos.

El equipo del PEM – formado por FMA de las Conferencias Interprovinciales CICSAL y CIB – trabaja desde 2005 y ha acompañado las diferentes etapas de esta experiencia misionera realizada en los orígenes del carisma en América. En esta ocasión estuvieron presentes hermanas y una laica de Argentina, Chile, Paraguay, Brasil y Uruguay. La preparación de estos Ejercicios Espirituales fue para ellas motivo de profundización, oración y trabajo sinodal. Esto enriqueció al equipo y las propuestas realizadas.

El lema que acompañó cada una de estas jornadas fue: “Vayan y den fruto”, en sintonía con la lectura Bíblica de Juan 15,1-15 y que se profundizó en la Lectio Divina del día 24 de octubre.

Hacer memoria de quienes ayudaron a echar raíces al carisma, no solo en Uruguay, sino en toda América motivó el agradecimiento y el reconocimiento de la valentía, el don de sí, y la entrega sin medida por el bien de la misión.

Recorrer lugares significativos del Mornés Americano, pasar por el corazón tanta vida, hacer propios los sentimientos, las historias, los sufrimientos y gozos de las comunidades de los inicios, dio sentido al hoy y a las realidades de cada Provincia. Villa Colón, Las Piedras, la Isla de Flores se transformaron en lugares concretos dónde descubrir la paso del Señor por la vida y misión.

El ida y vuelta de Madre Mazzarello y sus hijas americanas a través de las cartas, hablan de frescura, de confianza, acrecientan el don de la maternidad de la Madre y la filiación de quiénes muy jóvenes habían partido desde Génova para no regresar.

Uno de los encuentros más significativos de esta experiencia fue con la Auxiliadora, la del Niño sonriente, que cómo nos cuenta tan festivamente la Cronohistoria, acompañó la travesía del Savoia y hasta hoy está presente presidiendo la Capilla de la Casa Madre de Uruguay:

.. Aparece Don Cagliero, con otro hermoso lienzo que representa a María Auxiliadora con un gracioso niño sonriente en sus brazos. “Lo robé de la sacristía de Valdocco, dice graciosamente, lo robé para vosotros. Lo pintó un señor enfermo de la vista y a punto de quedarse ciego. Recurrió a Don Bosco, el cual, después de guiarle un poco el pincel sobre el lienzo, lo bendijo. En aquel momento, el enfermo se sintió perfectamente curado y nos ha regalado esta Virgen tan hermosa”. Es por consiguiente un cuadro milagroso. ¡Solo verlo da alegría! Don Bosco lo ha bendecido de nuevo y se los manda a las misioneras. “Lleváoslo, y que la Virgen os bendiga y acompañe en este largo viaje” (Cronohistoria 2, pág 245).

María presente en los inicios cristianos de cada uno de los países de América y el Caribe, fue acogida, recibida y celebrada en medio de estos Ejercicios, cómo esa Madre buena que cuida a sus hijos y los impulsa a buscar a Jesús, para colocar en Él todas las preocupaciones y fatigas.

Los testimonios de quiénes han participado, ponen en evidencia que el “fuego y el ardor” misionero” siguen presente en las FMA, más allá de las realidades adversas de nuestros países, y el da mihi animas, cetera tolle es el mandato del corazón para continuar haciendo el bien.

Esta experiencia sin lugar a dudas será multiplicada por las hermanas en cada una de sus provincias, y servirá para que los corazones se mantengan ardientes y los pies en camino, tal como Don Bosco y Madre Mazzarello, soñaron, para ir siempre más allá.

Para conocer más sobre esta experiencia vivida, para rezar, para escuchar las resonancias, el equipo del PEM los invita a visitar el sitio web del Proyecto de Espiritualidad Misionera donde también podrán encontrar fotos, videos de resumen y el video-mensaje de la Madre a las Provinciales de América.

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