Roma (Italia). El 31 de enero de 2022 se celebra en todo el mundo salesiano la Solemnidad de San Juan Bosco, Padre y Maestro de los jóvenes, en cuyo Carisma educativo se inspiran los 32 Grupos que componen la Familia Salesiana.

En el Aguinaldo 2022 “Hacedlo todo por amor, nada por fuerza”, con ocasión del 400º aniversario de la muerte de San Francisco de Sales, el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, subraya el aspecto de la caridad como principio –guía en la vida y en la obra de Don Bosco:

“La caridad y la dulzura de San Francisco de Sales me guíen en todo”: ésta fue una de las resoluciones tomadas por el joven Don Bosco con ocasión de los ejercicios espirituales antes de la ordenación sacerdotal. (…) La caridad y la dulzura que San Francisco de Sales mostró en las relaciones con las personas tuvieron un impacto convincente en Don Bosco y lo marcaron a lo largo de su vida”.

Verdaderamente la caridad guió a Don Bosco en la fundación de las Congregaciones masculinas y femeninas que se ocuparían de los chicos y de las chicas, especialmente los más pobres. Es lo que emerge del Verbal de la Conferencia de adhesión a la Pía Sociedad salesiana, tenida el 18 de diciembre de 1859, fecha histórica en que los primeros miembros se reunieron en el Oratorio de S. Francisco de Sales, en la habitación del Sacerdote Bosco Giovanni, “todo con el propósito y en el espíritu de promover y preservar el espíritu de verdadera caridad que se requiere en la obra de los Oratorios para los jóvenes abandonados e inseguros. Por lo tanto, complació a las mismas Congregaciones erigirse en una Sociedad o Congregación que, teniendo como objetivo la ayuda mutua para su propia santificación, propondría la gloria de Dios y la salud de las almas, especialmente de las más necesitadas de instrucción y educación. (MB VI 335-336)”.

Comentando este documento, la Directora de la Comunidad Maria Ausiliatrice de Casa Generalicia (RCG), sor Carla Castellino, en una conferencia a las Hijas de María Auxiliadora para el Triduo de Don Bosco sobre el tema “La caridad, rostro específico del carisma salesiano”, observó:

“Este acto oficial sella un camino largo y fatigoso y, al mismo tiempo, marca un nuevo comienzo. Se respira un clima fruto de una pedagogía fundamentada en el amor paciente, constante, confiado, lleno de fe y de esperanza. Un amor respetuoso que educa a la libertad y a las opciones, sabe implicar, sabe esperar y se fija altas metas. Pero lo que más sorprende es el hecho de que en el momento en que se constituye el primer grupo de salesianos no se hacen aún los votos, sino que se nos compromete a “promover y conservar el espíritu de verdadera caridad” y se evidencian los fines de la Congregación: “ayuda  mutua para la propia santificación”; “la gloria de Dios”; y “la salvación de las almas”. ¿Se puede decir que la Congragación salesiana ha nacido con un voto de caridad y, por tanto, que la caridad es nuestro único voto? La Fiesta de don Bosco puede ser ocasión para renovar con nuevo empuje y con mayor conciencia este único “voto de Caridad”.

Habla de caridad otro texto de las Fuentes salesianas citado por sor Carla. Narra el encuentro con todos los miembros de la Sociedad, profesos y aspirantes, tenido el 11 de marzo del 1869 a la vuelta de Don Bosco de Roma, donde había obtenido del Santo Padre la aprobación de la Congregación salesiana:

“Nuestra Congregación está aprobada: estamos vinculados los unos con los otros. Yo estoy vinculado a vosotros, vosotros estáis vinculados a mí, y todos juntos estamos vinculados a Dios. Es hermoso vivir unidos con el vínculo de un amor fraterno, hemos de amarnos como hermanos, soportarnos los unos a los otros, ayudarnos, socorrernos, amarnos, compadecernos. En nuestra Congregación, el bien de uno permanece dividido entre todos, así como el mal en cierto modo sigue siendo mal de todos. Trabajamos en común y disfrutamos en común. Por tanto, que haya unidad de cuerpo.

¿Cuál es el espíritu que debe animar este cuerpo? Amados míos, es la caridad. Que haya caridad en tolerar y corregir a los demás; nunca nos quejemos el uno del otro; caridad en sostenernos: caridad especialmente en nunca hablar mal de los miembros del cuerpo. Esto es algo muy esencial para nuestra Congregación; porque si queremos hacer el bien en el mundo es necesario que estemos unidos entre nosotros y disfrutemos del aprecio de los demás”.

“Podemos deducir- observa sor Carla – que la caridad, en la tradición salesiana, tiene el color del espíritu de familia, se expresa como sentido de pertenencia, ayuda recíproca, diligencia en el propio deber, respeto y claridad de roles, unidad de propósitos”.

La caridad es la característica “especial” que distingue a la Congregación salesiana, como evidencia el Cardenal Lucido Maria Parocchi el 8 de mayo de 1884 en un discurso a los Salesianos Cooperadores de Roma, en presencia de Don Bosco, que el Cardenal define como “hombre de Dios:

 “¿Qué habrá pues de especial en la Congregación Salesiana? ¿Cuál será su carácter, su fisonomía? Si lo he entendido bien, si he captado bien el concepto, su fin, su carácter especial, su fisonomía, su nota esencial, es la Caridad ejercida según las exigencias de nuestro siglo: “Hemos creído en la caridad; Dios es caridad (1 Jn 4, 1-16), y se revela por medio de la Caridad. El presente siglo sólo con obras de caridad puede ser atraído, y llevado al bien” (MB XVII 91-95).

“Del testimonio del Cardenal Parocchi – dice sor Carla Castellino – deducimos que nuestra nota característica es pues la caridad, pero una caridad al alcance del pueblo, una caridad que se hace leer, se hace comprender, se percibe, sabe adaptarse a los tiempos y sobre todo se manifiesta en la educación preventiva”.

La Directora de Casa Generalicia concluye con algunas referencias a las Constituciones de las Hijas de María Auxiliadora, que trazan un camino, en el dinamismo del Espíritu, “ “en una lucha continua por el amor” (C 53): “El rostro de las FMA que las Constituciones nos presentan es el rostro del amor con rasgos salesianos: un amor acogido, vivido en el seguimiento de Jesús, testimoniado en la comunidad, irradiado alegremente en la misión educativa”.

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