Roma (Italia). El 24 de noviembre de 2022 se cumple el 10° aniversario de la Beatificación de Sor Maria Troncatti (16 febrero 1883 – 25 agosto 1969), Hija de María Auxiliadora misionera en Ecuador, única víctima de un accidente aéreo, después de haber ofrecido la propia vida por la pacificación entre los Shuar y los colonos.

A los diez años de la Beatificación, el relato de la curación que fue reconocida como “milagro” es testimonio de la bondad de Dios y de la fuerza de la intercesión.

El 24 de noviembre de2012 en Macas, en Ecuador, la Venerable Sierva de Dios Sor Maria Troncatti fue declarada Beata. La curación milagrosa para la Beatificación tuvo lugar en la Diócesis de Portovieio, Provincia de Manabí, en Ecuador, a la señora Josefa Yolanda Solórzano Pisco.

En abril de 2002, comenzó a sentir signos de malestar que fueron tratados como una afección de gripe común. El estado de malestar, sin embargo, se hizo cada vez más acentuado, y en pocos días se encontró en un estado general de postración con dolores de cabeza, dolor abdominal, palidez generalizada, pérdida de apetito, vómitos. La señora Yolanda estuvo atacada por un grave tipo de enfermedad. En los días sucesivos se manifestaron ulteriores problemas hasta el punto de entrar en estado de coma. El 8 de mayo de 2002, los familiares pidieron su salida del hospital, para que pudiera morir en casa, acompañada del afecto de familiares y amigos. Todo estaba listo para el próximo funeral.

El mismo día, el Salesiano de Don Bosco don Edgar Iván Segarra Sánchez fue llamado para que le administrara el sacramento de los enfermos. Al día siguiente, el sacerdote presidió también el sacramento del matrimonio, porque Yolanda había expresado el último deseo de regularizar ante la Iglesia su unión matrimonial. Concluido el rito, él se puso a hablar de la Sierva de Dios Maria Troncatti, invitando a los presentes a invocarla para la curación de Yolanda.

Con las primeras luces del 10 de mayo de 2002, todos notaron un comienzo de recuperación en la mujer enferma. La convalecencia se podía decir que había comenzado. Cuando la Sra. Yolanda recuperó la conciencia, pudo alimentarse sola, las diversas funciones fisiológicas se normalizaron, pudo respirar y los dolores generalizados en las articulaciones se calmaron.

Los que la volvieron a ver después de algún tiempo, afirmaron con admiración que de muerta había pasado a vivir, gracias a la intercesión de Sor Maria Troncatti. A través de la Congregación de las Causas de los Santos, se reconoció después el milagro como curación inexplicable de “Malaria grave por Plasmodium falciparum con insuficiencia orgánica múltiple”.

Recordando que el milagro es el signo de la presencia de Dios que interviene a favor del hombre, acerquémonos a Su Paternidad con confianza y abandono total, y pidamos a las Hijas de María Auxiliadora en camino hacia los honores de los altares que intercedan por nosotros.