Palermo (Italia). Del 8 al 13 de abril de 2024, la semana vocacional se celebró en Palermo, en el Instituto Don Bosco, Villa Ranchibile, animada por un equipo de jóvenes Hijas de María Auxiliadora de la Inspectoría Madre Maddalena Morano (ISI) y Salesianos de Don Bosco de la Inspectoría San Pablo (ISI) sobre el tema: “Uno solo es mi deseo: que seáis felices en el tiempo y en la eternidad”.
Durante la semana se llevaron a cabo diversas actividades con los 950 alumnos de la Enseñanza Media Inferior y Superior, esta última articulada en los liceos Clásico, Científico y de Economía Social.
“Y la luna llamó a las puertas de las tinieblas”, cantaba Loredana Bertè, famosa cantante italiana, a principios de los años 80: el testimonio de los jóvenes consagrados y consagradas estaba vinculado al tema de la luz que se recibe de Cristo -como la luna refleja la del sol- y a la experiencia de las tinieblas, que nos desafía a volver a empezar y a “volver a encender la luz interior”.
En los encuentros como asamblea, durante la mañana de retiro espiritual, pero sobre todo con las dinámicas formativas realizadas clase a clase, muchos adolescentes se involucraron emocionalmente, poniéndose en juego con el simple gesto de encender una lampara que, junto a las de sus compañeros, hacían brillar una gran luna.
Agnese, estudiante de cuarto año en el Liceo Classico, escribe:
“El sueño de Don Bosco es que la felicidad no sea ‘opcional’, sino el corazón de la vida de cada joven, llamado/a a dar un sentido profundo y verdadero a la vida, a las relaciones. Los jóvenes consagrados y consagradas que conocimos eran signos tangibles de que la felicidad existe realmente y de que no es en absoluto una utopía: en la entrega a los demás, especialmente a los jóvenes, encontraron la razón más profunda de su existencia.
Redescubrir a Cristo en nuestras vidas como esa Luz capaz de transformar incluso nuestras heridas más íntimas, que más nos duelen, que nos alejan de la felicidad, ¡es el punto de cambio! ¡Porque Él es verdaderamente capaz de hacer de la vida de cada uno de nosotros algo maravilloso! Esta es la vocación de cada uno: ser la luz de Jesús en la vida cotidiana y reflejarla gracias a esas fracturas”.
El joven equipo, FMA y SDB, también vivió jornadas de gran riqueza carismática, caracterizadas por la sencillez del ritmo de la jornada escolar. La Eucaristía matutina celebrada juntos y la presencia ininterrumpida en medio de los chicos y chicas del colegio y del oratorio, “cimentaron” el grupo, haciendo presente y visible el corazón educativo de Don Bosco y de Madre Mazzarello.
Grazie! Essere Luce, di quella Luce che attingiamo da Gesù, ns unica forza è lo scopo della nostra vita: il Lui tutto, le persone e le cose trovano il giusto posto. Gesù, aiutami a tenere fisso il mio sguardo su di Te lungo il cammino che hai tracciato x me. Rendimi luce anche a mia insaputa, x affascinare a te quanti mi vivono accanto. Grazie! Sr. Nunziatina Cirami fma di Acireale