Coacalco (Méjico). En el marco del 150° Aniversario de la Fundación del  Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, la conmemoración, celebrar el XIV Aniversario del Dies Natalis de della Sierva de Dios sor Antonietta Böhm,

es recordar una de las piedras preciosas del Instituto que embellecen, con su Santidad, el Monumento de Agradecimiento a María Auxiliadora querido por Don Bosco.

La de Madre Antonietta es una vida fecunda, como un grande y fuerte árbol que ha dado frutos de Santidad. La semilla de su vida fue plantada el 22 de septiembre de 1907 en Bottrop, Alemania. Sus profundas raíces crecieron en el seno de una familia cristiana, en la cual aprendió a vivir la caridad en el servicio a los más necesitados. El tronco, que ha sostenido su fecunda vida, se reforzó en el momento en que conoció a las Hijas de María Auxiliadora en el oratorio de Essen, Alemania, en 1925.

Comenzó a extender las ramas de su vida, el día de su Profesión religiosa en Nizza Monferrato, el 5 de agosto de 1928, y sus hojas con la vocación misionera. Parte para las misiones el 1º de septiembre de 1934 y trabaja con incansable dedicación en Argentina, Perú, Bolivia y Méjico.

Los frutos de sus fecundas ramas son las virtudes cristianas, que vivió en grado heroico, entre las cuales destacEn su fe y gran confianza en la intercesión potente de María Auxiliadora y su exquisita caridad hacia los más pobres, así como el trato amable que la ha caracterizado siempre.

Las flores que embellecieron sus ramas son las gracias que, con su oración, ha alcanzado y continúa obteniendo para muchas personas. Cada árbol debe ser podado para continuar dando fruto. Sor Antonietta Böhm muere el 27 de abril del 2008 en Coacalco, en Méjico, a los 100 años de edad.

Su presencia continúa siendo viva entre las FMA, con nuevos brotes de flores y frutos, dado que continúa intercediendo por las necesidades de todos. El 7 mayo de 2017 el Obispo Guillermo Ortiz Mondragón inicia el proceso diocesano para la Beatificación, en la Diócesis de Cuautitlán, en Méjico.

La gratitud por el don de su vida se expresa con el canto escrito por sor Guadalupe Mastranzo Benítez, FMA de la Inspectoría “Nuestra Señora de Guadalupe” (MME).

(VIDEO)

SEMILLA DE AMOR

Fuerte árbol que ha plantado el Señor,
Árbol que da vida en el amor,
su raíz es Dios, María su inspiración,
una vida que da frutos hoy.

Madre de profundas raíces, se entregó
en el servicio a los más pobres, por amor.
Modelo de confianza, de abandono en Dios,
fiel hija de María a quien ha imitado.
 
Ha sido la acción  de Dios la que, por medio de ella, nos ha dado sombra,
pequeña semilla, que siempre da vida
a quien sufre y necesita del Señor.
Ha sido la acción de Dios la que, por medio de ella, nos ha dado sombra,
pequeña semilla que siempre da vida;
a quien sufre ella da cobijo por amor.
 
Madre de amor, servicio y compasión
eres para los pobres en los cuales descubriste a Dios.
Modelo de alegría y, siempre en oración
nos has traído a María y has mostrado su rostro.
RIT.

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