Roma (Italia). Como conclusión de la primera sesión Plenaria del Consejo general, la Madre y el Consejo General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora envían un mensaje coral a todas las FMA para compartir la experiencia de elaboración de la Programación del sexenio 2022-2027.
“Nuestras existencias, frágiles y vulnerables, son objeto de cuidado premuroso por parte de Dios que nos ama y continúa llamándonos para dar el “vino bueno” al mundo sediento”. Es la convicción de que las ha animado en el trabajo, en el que han percibido la fuerza y la luz del Espíritu Santo y la presencia activa de María, que ha orientado las energías de manera creativa.
El escenario de la crisis internacional que se está viviendo, interpela además a comprender y a afrontar los desafíos mundiales “a la búsqueda comunitaria de la voluntad de Dios, en la fidelidad al espíritu de los orígenes, para una secuela apasionada de Cristo y un nuevo dinamismo misionero”.
De una vida regenerada a una vida generativa
El 150º Aniversario de la Fundación del Instituto, que abre a nuevos horizontes de vida y de esperanza y la reflexión sinodal que implica a las FMA como Iglesia, han hecho que en la elaboración de la Programación se prefiriese un estilo de sinodalidad, con una mayor implicación de las colaboradoras y con la petición de una aportación de algunas personas expertas, para favorecer la puesta en marcha de las opciones prioritarias y de la deliberación capitular.
La consigna del CG XXIV: «Con María ser una ‘presencia’ que genera vida» sigue siendo el compromiso a animar a concretar en cada Comunidad e Inspectoría.
Esencialidad, implicación, participación, coordinación, discernimiento, decisiones compartidas han sido los criterios-guía en el proceso de elaboración de la Programación, todavía iluminado por el texto bíblico de las bodas de Caná (Jn 2, 1-12), a partir de la cual se extrajo para identificar el horizonte:
“Haced lo que Él os diga” (Jn 2,5). Como en Caná y en Mornese somos “presencia” que genera, promueve y se cuida de la vida en la contemporaneidad.
En el ser de María está la «llamada a asumir un nuevo estilo de presencia que brota de la ‘mirada general’, un don típicamente femenino, que ella ve, guarda en su corazón y se deja involucrar».
La cualidad de la presencia es elemento fundamental de la Programación, que actualiza las tres Opciones prioritarias y la Deliberación contenidas en las Actas del CGXXIV: estar en formación continua , caminar en sinodalidad, actuar en red en la óptica de la ecología integral.
Como Iglesia en camino
En la Circular se recuerdan diversos aniversarios y eventos significativos que cruzarán el período de seis años: la XVI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre sinodalidad, programada para octubre de 2023; el Año Jubilar del 2025 sobre el tena Peregrinos de Esperanza; el 150º Aniversario de la Primera Expedición Misionera de las FMA (14 noviembre 1877-2027)
La entrega de la Programación a cada FMA concreta, por tanto, el deseo de continuar el camino de sinodalidad misionera de las primeras hermanas de Mornese y de la Vida Consagrada de todos los tiempos.
La Madre y las Consejeras confían a María el nuevo camino, en la certeza de su “presencia” atenta, activa y premurosa, animadas por las palabras del Papa Francisco en el encuentro con las participantes en el CGXXIV en Casa Generalicia, 22 de octubre de 2021: “Acompañadas por ella, avanzad con entusiasmo por el camino que el Espíritu os sugiera”.