Roma (Italia). El 24 de marzo de 2023, Sor Chanda Nsofwa y Sor Lolia Annie Pfozhumai, del Sector de Pastoral Juvenil del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, participaron en la mesa redonda de sensibilización sobre la violencia sexual relacionada con los conflictos, organizada en el Instituto María SS Bambina de Roma por la Embajada Británica ante la Santa Sede y la Unión Mundial de Mujeres Católicas (UMOFC).

El objetivo del Simposio era sensibilizar sobre la violencia sexual como arma de guerra en los conflictos de todo el mundo, y poner de relieve la necesidad de una respuesta mundial más contundente y el papel crucial que desempeñan las familias religiosas en el apoyo y acompañamiento a las mujeres y niñas y a sus familias. Casi diez años después de la Cumbre Mundial sobre esta cuestión, celebrada en 2014 en el Reino Unido, la violencia sexual relacionada con los conflictos sigue, de hecho, marcando vidas y comunidades.

Los testimonios sobre el terreno destacaron la labor realizada en las zonas de conflicto por las religiosas y religiosos en apoyo a las mujeres. La mesa redonda también abordó el papel de los medios de comunicación en la sensibilización.

La invitación de la moderadora, Sor Bernadette Reis, Directora Editorial del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, a no permanecer indiferentes ante el sufrimiento de las mujeres y las niñas, tuvo eco y fue reiterada por el Embajador británico ante la Santa Sede, Christopher Trott, quien expuso el panorama mundial.

El Dr. Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, reflexionó sobre la costumbre de pedir la presencia de Dios en medio del sufrimiento, en lugar de preguntarnos ‘dónde estamos’, debido al instinto humano de eludir la responsabilidad por el sufrimiento del prójimo privado de su dignidad. De ahí la invitación a comportarse de acuerdo con la verdad, como hizo el Papa Francisco durante su visita apostólica a la República Democrática del Congo, diciendo a las víctimas: Vuestras lágrimas son mis lágrimas; vuestro dolor es mi dolor”. A cada familia en duelo o desplazada por las aldeas quemadas y otros crímenes de guerra, a los supervivientes de la violencia sexual, a cada niño y adulto herido, les digo: Estoy con vosotros, quisiera llevaros la caricia de Dios.

Entre los que compartieron sus experiencias, hubo una joven del RD del Congo, víctima de la violencia y ahora activista de las mujeres, que dio su testimonio, haciendo hincapié en la importancia de la educación que recibió de los jesuitas del Servicio Jesuita de Socorro, que la ayudaron a volver a ser ella misma. La importancia del acompañamiento y de la educación también fue confirmada por el Padre Bernard Ugeux, misionero en África.

La hermana Barbra, una monja que ha trabajado con supervivientes de la guerra en Sudán del Sur, compartió su experiencia sobre la curación del trauma en el corazón y en el cuerpo, porque el trauma no debería ser una sentencia de por vida. La Hermana Barbra utiliza pinturas artísticas para acompañar a las víctimas, como forma de representar la realidad que viven las personas, más allá de lo que se puede expresar con palabras.

Natalia Holynska, responsable de proyectos de lucha contra la trata de seres humanos en Cáritas Ucrania, habló de la confusión emocional y psicológica que sufren las víctimas de la violencia sexual en los conflictos, y pidió “no olvidar Ucrania”. La Dra. Andrea Atzori, representante del Colegio Universitario de Aspirantes a Médicos Misioneros (CUAM), habló también del sufrimiento y el trauma, y de la valiosa presencia de las religiosas junto a los que sufren.

El testimonio de la periodista Elizabeth Pique puso de relieve los retos que plantea una información adecuada. Por último, la Presidenta de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), María Lía Zervino, hizo un llamamiento a los participantes para que se sensibilicen en favor de una respuesta mundial más contundente a la violencia sexual relacionada con los conflictos, que afecta a ambos sexos.

Escuchando lo que surgió durante el Simposio, los colaboradores de PG reforzaron su convicción de que, para ser más eficaces en la misión educativa entre los jóvenes, especialmente los niños y las mujeres jóvenes más vulnerables, es necesario trabajar en red con otras organizaciones, instituciones, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y personas comprometidas en la defensa de los derechos humanos.

En su compromiso de educar una ciudadanía activa para una sociedad solidaria, las FMA forman a los jóvenes para que sean constructores de paz activos y críticos. La educación sociopolítica, inspirada en las enseñanzas de la doctrina social de la Iglesia, debe traducirse, por tanto, en itinerarios formativos para la paz, la democracia y la participación política para el bien común. En esta dirección, el Sistema Preventivo, síntesis original de educación y evangelización, orienta a los jóvenes para que lleguen a ser “buenos cristianos y honrados ciudadanos”.

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