Roma (Italia).  El 28 de octubre del 2019 tuvo lugar en la sede del UISG- Unión Internacional de las Superioras Generales – un encuentro con las religiosas que han participado en el Sínodo Pan Amazónico.

El tema del encuentro ha sido: “La voz de las religiosas – Nuevos caminos para la evangelización y para una ecología integral”.

Sor Carmelita Conceição y sor Mariluce Mesquita, Hijas de María Auxiliadora, estaban entre las 10 hermanas sinodales presentes. Cuatro religiosas aportaron el propio testimonio compartiendo las experiencias ligadas a este evento. La sala en que se desarrolló el encuentro estaba llena de religiosas, algunos religiosos y laicos. Una de los participantes era sor Piera Cavaglià, Secretaria General de las FMA y otras FMA.

Concluido el Sínodo, la pregunta es: ¿cuáles son los frutos y los retos que traerá a la Iglesia y a la vida religiosa en el mundo?

Las hermanas manifestaron un fuerte sentido de gratitud, también por la acogida por parte de las diversas Congregaciones religiosas, y han actuado  según la metodología del ver y escuchar, a partir de la realidad (GS 1-10), La actitud de escucha es parte integrante de la sinodalidad de la Iglesia en camino, misionera, que dialoga y escucha a todos. Han sido, en efecto, escuchadas más de 87.000 personas.

He aquí algunos frutos del Sínodo: ante todo, el Sínodo ha llevado la Amazonia a Roma. La Amazonia, que inicialmente era considerada casi un fondo de imagen, ha mostrado su valor como lugar teológico, un lugar donde Dios se manifiesta. Se trata de pueblos diversos, con grandes riquezas humanas, culturales y espirituales, con una sabiduría milenaria y  ancestral que importa valorizar.

La presencia de pueblos indígenas, que han enseñado tanto, y la presencia de las mujeres – y de las mujeres religiosas – que hablaban con propiedad, con autoridad, se ha revelado preciosa en el curso de estos días.

Además, se respiró un clima de plegaria – también por parte de todos los que desde el exterior sostenían el Sínodo – y de presencia del Espíritu, que ha traído un soplo de novedad, de conversión, además de un clima de diálogo, confianza y responsabilidad en las confrontaciones sobre la Casa común, gracias también a la sensibilidad y a la proximidad del Papa Francisco que ha sido un verdadero escuchador.

El Sínodo pide una conversión ecológica – como ya ha pedido el Papa Francisco en la Laudato Si´– y ha revivido con vigor la necesidad de ponerse al lado del pueblo amazónico, de hacer pequeños pasos, de dar dignidad a las personas, de escuchar, porque hay situaciones inhumanas que deben cambiar.

Algunos desafíos que han emergido, son a la vez fruto de la preocupación de sostener un proceso a largo plazo y de articularlo a fin de que dé frutos estables, de acuerdo con un enfoque crítico de la realidad.

Todos los presentes estuvieron de acuerdo en afirmar que ha sido un Sínodo único, porque ha afrontado un tema universal, la ecología integral; un Sínoco importante, por el tema que sintetiza la enseñanza del Papa Francisco, y un Sínodo conflictivo, porque ha sido crítico con las organizaciones financieras, económicas y políticas que explotan y destruyen la Amazonia.

La defensa de las poblaciones indígenas, el rito amazónico, los nuevos ministerios, el diaconato de las mujeres, la inculturación y la ecología integral son algunos de los temas que han sido aprobados en la asamblea del Sínodo para la Amazonia.

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