Roma (Italia). El 23 de julio de 2023 se celebra la III Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos, celebrada por primera vez el 25 de julio de 2021 y deseada por el Papa Francisco el cuarto domingo de julio de cada año, próximo al aniversario de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús.
“Su misericordia de generación en generación” (Lc 1,50), es el tema elegido por el Santo Padre, que en su Messaje expresa el vínculo con el 37a Jornada Mundial de la Juventud, un Kit Pastoral disponible en cinco idiomas, con diversos materiales, entre los que se encuentran los logotipos y el cartel, la oración de la Jornada, una catequesis y las indicaciones pastorales para vivirla y celebrarla al máximo.
Además, para el aniversario, la Penitenciaría Apostólica, acogiendo la petición del Cardenal Kevin Joseph Farrell, Prefecto del Dicasterio, ofrece la oportunidad de una Indulgencia plenaria – “la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados ya perdonados en cuanto a la culpa” (cf.CIC 1471) – “a los abuelos, a los ancianos y a todos los fieles que, animados por un verdadero espíritu de penitencia y de caridad, participarán el 23 de julio de 2023 en la solemne celebración que el Santísimo Padre Francisco presidirá en la Basílica Papal Vaticana, o a las diferentes funciones que se llevarán a cabo alrededor del mundo”.
La Indulgencia Plenaria ciertamente se concede también “a los ancianos enfermos y a todos aquellos que, no pudiendo salir de sus casas por causa grave, se unan espiritualmente a las funciones sagradas de la Jornada Mundial, ofreciendo a Dios Misericordioso sus oraciones, dolores y sufrimientos de su vida”.
Más aún, en relación con el tema “De generación en generación su misericordia”, podrá beneficiar “a los fieles que dedicarán el tiempo adecuado para visitar personalmente o virtualmente, a través de los medios de comunicación, a los hermanos ancianos necesitados o en dificultad (como los enfermos, los abandonados, los discapacitados… )”.
Para subrayar aún más la fuerza y la bendición de la alianza intergeneracional, el Papa Francisco concluye el Mensaje con una doble invitación que es motivo de renovada esperanza para jóvenes y ancianos:
“A vosotros, jóvenes, que os preparáis para partir hacia Lisboa o que viviréis la Jornada Mundial de la Juventud en vuestros lugares, quisiera deciros: ¡antes de partir, id a visitar a vuestros abuelos, visitad a un anciano a solo! Su oración te protegerá y llevarás en tu corazón la bendición de ese encuentro.
A vosotros ancianos pido que acompañéis con vuestra oración a los jóvenes que están a punto de celebrar la JMJ. Esos muchachos son la respuesta de Dios a tus peticiones, el fruto de lo que has sembrado, el signo de que Dios no abandona a su pueblo, sino que lo rejuvenece siempre con la fantasía del Espíritu Santo”.
Al final de la celebración en San Pedro, tendrá lugar un gesto significativo : cinco ancianos entregarán la cruz del peregrino a cinco jóvenes que parten hacia la JMJ de Lisboa, como signo de la transmisión de la fe.
