Roma (Italia). El sábado 24 de febrero de 2018 se desarrolló en Roma un seminario de estudio promovido por el Centro de estudios de la Escuela Católica de la Oficina Nacional para la Educación, la Escuela y la Universidad (Unesu) de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), con el título “Competencias Transversales. El reto educativo de las Soft Skill”. Participaron en la jornada algunas FMA colaboradoras del Ámbito de la Pastoral Juvenil, procedentes de inspectorías italianas y de la Facultad Pontificia de la Educación “Auxilium”.

Abrió la jornada de estudio el profesor Ernesto Diaco, Director de la Unesu, que afirmó :” Tarea de la escuela es ofrecer a todas las personas los instrumentos para afrontar la vida, un bagaje cultural y humano que conduzca a descubrir y vivir la propia vocación en el mundo y genere un bien común. Está siempre vivo el riesgo de reducir la idea de instrucción a la repetición de un saber inerte, uniforme e impersonal, desligado de la realidad. Además, es muy fuerte la demanda que viene del mundo productivo, hasta el punto de amoldar los sistemas formativos a las exigencias del mercado.”

En la actual situación cultural y en los variados contextos educativos mundiales, el reto principal de la educación es el de promover en los estudiantes y en los docentes capacidades personales que vayan más allá del simple proceso de los conocimientos, las técnicas y las habilidades.

Son las soft skills, competencias transversales de las diversas disciplinas e inherentes a las capacidades relacionales, al sentido crítico, la creatividad, la flexibilidad, los aspectos del carácter y la apertura a la realidad.

El Profesor Michele Pellerey, SDB de la Universidad Pontificia Salesiana (UPS) de Roma y la Profesora Maria Cinque, Docente en la Universidad Lumsa de Roma, han propuesto interesantes profundizaciones sobre el tema.

El primero afirmó que hoy en el mundo del trabajo está presente la distinción entre competencias culturales, tecnológicas y técnico-prácticas, definidas como “hard skills” y competencias más generales y transversales llamadas “soft skills”. Para desarrollar estas últimas hace falta empezar desde la Escuela Infantil, especialmente poniendo el acento en el desarrollo de la capacidad de autorregulación en el aprendizaje y en el comportamiento, y evidenciando el rol de las “funciones ejecutivas” en la promoción de las competencias personales a nivel de escuela infantil y de los primeros años de la primaria, como el control de la impulsividad, de la atención y de las emociones; la flexibilidad y la capacidad organizativa.

En la escuela secundaria superior es esencial, en cambio, el rol de las competencias “estratégicas”: cognitivas, de planificación y organización del tiempo y del trabajo, de participación en la gestión de les deberes escolares, de relación y colaboración con los otros. Según Pellerey, al acabar la experiencia escolar es oportuno proponer a los estudiantes un balance de las propias competencias personales “con el fin de hacerse conscientes de si se sienten preparados para afrontar ulteriores estudios o para el mundo del trabajo”.

La Profesora Cinque, en su intervención, motivó a los participantes a repensar cómo hacer escuela, porque del mundo del trabajo, sobre todo a través de investigaciones a nivel internacional, se ha interpelado siempre a redimensionar la importancia de las competencias técnicas a favor de un conjunto más amplio de habilidades, desplazando la atención del simple “saber” o “saber hacer” a la complejidad del actuar. En Italia, España y Grecia, donde la tasa de desocupación es más alta, la diferencia entre competencias pedidas por las administraciones y las competencias de los jóvenes recién graduados es más amplia. Por esto, la Unión Europea recomienda las soft skills como fundamentales en el mercado del trabajo y a propósito sugiere a las universidades atender a la formación integral de la persona, ya que, como sostiene la Ocse, “las competencias transversales contribuyen tanto al bienestar individual como al progreso social.”

La tarde se abrió con la relación del Profesor Massimo Tucciarelli, Profesional Certificado Coach, que presentó la oportuna formación de los docentes en competencias transversales y el “coaching” como instrumento privilegiado para el desarrollo de estas competencias en las relaciones entre docentes y alumnos, sobre todo para transformar una insatisfacción en un objetivo, “considerar separadamente todas las componentes que contribuyen a hacer operativa la atención ejercitada del objetivo, individuar las componentes advertidas como problemáticas, encuadrar toda componente problemática en diversos puntos de vista hasta descubrir algo nuevo que sea relevante para disponerse a un cambio.”

En la conclusión del Seminario la Profesora Alessandra La Marca, docente de Ciencias de la Formación, presentó una relación sobre “Soft Skills y educación del carácter”, una aproximación que no se limita a enseñar técnicas, sino que propone a los estudiantes una reflexión sobre sí mismos y una actitud proactiva en las confrontaciones de la propia existencia con el contexto social en que viven.

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