Roma (Italia). Del 31 de enero al 5 de febrero de 2023, el Papa Francesco realizará su 40º viaje apostólico en la República Democrática del Congo y en Sudán del Sur. Con estas dos naciones serán 60 los Países visitados en el curso de su Pontificado como Santo Padre, que llegará a la RD del Congo después de 37 años del viaje del Papa Giovanni Paolo II.

Este viaje es un camino de paz, diálogo y reconciliación, en una tierra afligida por conflictos, donde la población espera con gran esperanza la llegada del Papa, que continuará la peregrinación en Sudán del Sur con una perspectiva ecuménica, junto a las Iglesias anglicana y presbiteriana, con el Arzobispo de Canterbury, Justin  Welby, y el moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Jim Wallace.

Según el programa, el Papa Francisco el 31 de enero llegará a la capital de la República Democrática del Congo, Kinshasa, donde, en el jardín del “Palacio de la Nación” se encontrará con el Presidente de la República, Félix Tshisekedi, y después con las autoridades, los representantes de la sociedad civil y el cuerpo diplomático.

El 1° de febrero, después de la Celebración de la Eucaristía en el Aeropuerto “Ndolo”, están previstos los encuentros, ambos en la Nunciatura Apostólica, con las víctimas de la guerrilla en el este del País y después con los representantes de algunas realidades caritativas que operan en el territorio. Al día siguiente,  se encontrará con los jóvenes y los catequistas  en el “Estadio de los Mártires” y después irá a la Catedral “Nuestra Señora del Congo” para la plegaria con los sacerdotes, los diáconos, los consagrados, las consagradas y los seminaristas. La jornada terminará con un encuentro privado, con los miembros de la Compañía de Jesús en la Nunciatura Apostólica. El 3 de febrero, antes del viaje en avión hacia Giuba, capital del Sudán del Sur, vivirá los últimos momentos en tierra congoleña con los Obispos, en la sede de la CENCO, la Conferencia Episcopal Nacional del Congo.

  “Todos reconciliados en Jesucristo” es el lema del logo del viaje a la RD del Congo, que contiene una gran variedad de significados: el Papa en el centro, junto a la cruz azul, representativa de la devoción del pueblo congoleño a la Virgen del Congo. Luego se destacan los colores de la bandera, que marcan el contorno del país – azul, expresión del deseo de paz del pueblo congoleño; amarillo, que simboliza las riquezas del País, fauna y flora, terrestre y subterránea; el rojo, para representar la sangre derramada por los mártires – en cuyo interior se dibujan las montañas, presentes en todas las regiones, en particular en la parte del este donde se halla el volcán, el agua que representa la riqueza hidrográfica del País, el árbol que recuerda particularidades de vegetación de esta tierra y el okapi, mitad cebra mitad jirafa, animal símbolo de la RDC, único País en que se encuentra y vive en la naturaleza. Las tres personas al pie de la cruz son símbolo de fraternidad: hombres y mujeres, adultos y niños, unidos en un solo hombre.

Por la tarde del 3 de febrero el Santo Padre llegará al Sudán del Sur, el Estado más joven del mundo, y dedicará el resto de la jornada al encuentro con el Presidente de la República, Salva Kiir Mayardit, en el Palacio Presidencial, y después con los Vicepresidentes de la República, con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, en el jardín del Palacio

El 4 de febrero el Papa en el comienzo de la mañana se encontrará con los obispos, los sacerdotes, los diáconos, los consagrados, las consagradas y los seminaristas. Después habrá el encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús, el encuentro público con los desplazados internos y la oración ecuménica en el Mausoleo “John Garang”. También en el Mausoleo celebrará la Santa Misa el 5 de febrero, antes de la ceremonia de despedida y el regreso al Vaticano.

Rezo para que todos sean una sola cosa” es el lema del viaje apostólico al Sudán del Sur, sacado de la “Plegaria sacerdotal de Jesús” en el Evangelio de Juan (Jn 17). En el logo está presente una paloma con una rama de olivo, que domina el mapa del País con los colores de la bandera. La paloma representa el deseo de paz, las manos que abrazan la reconciliación de las tribus que constituyen una sola nación, mientras la cruz simboliza la herencia cristiana del País y su historia de sufrimiento.

Es un viaje muy esperado por ambas partes, por las dos poblaciones y por el Papa, que el 2 de julio de 2022, fecha en que se suponía que debía llegar a ellos, a través de un mensaje de video expresó, junto con el pesar, el aliento:

“Queridos amigos congoleños y sursudaneses, las palabras en este momento no son suficientes para transmitir la cercanía que me gustaría expresaros y el afecto que siento por vosotros. Me gustaría deciros: ¡No dejéis que os roben la esperanza! ¡No dejéis que os roben la esperanza! Pensad, vosotros, a los que aprecio tanto, cuánto más valiosos y amados sois a los ojos de Dios, que nunca decepciona a los que ponen su esperanza en Él. Tenéis una gran misión, todos vosotros, empezando por los dirigentes políticos: la de pasar página para abrir nuevos caminos, caminos de reconciliación, caminos de perdón, caminos de convivencia pacífica y de desarrollo.

Es una misión que hay que emprender mirando juntos al futuro, a los muchos jóvenes que pueblan vuestras exuberantes y heridas tierras, llenándolas de luz y de futuro. Sueñan y merecen ver esos sueños hechos realidad, ver días de paz: para ellos, en particular, debemos deponer las armas, superar los rencores, escribir nuevas páginas de fraternidad”.

 

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