Roma (Italia). El 16 de noviembre de 2022 la Comunidad Maria Ausiliatrice de Casa Generalicia (RCG) y las Neo-ecónomas inspectoriales presentes en CG para el Encuentro Formativo, tuvieron un encuentro con Catalina Salomé Hinojosa, una joven comprometida con Economia de Francisco (EoF), movimiento internacional de jóvenes economistas, emprendedores y change-makers que han respondido a la llamada del Papa Francisco a adherirse a un proceso de diálogo inclusivo y de cambio global joven, hacia una nueva economía.

Catalina, originaria de Ecuador y miembro del Movimiento de los Focolares, atestigua cómo fue su familia quien la educó desde temprana edad en la solidaridad con los más pobres, alimentando una sensibilidad que siempre la llevó a preguntarse “¿Qué puedo hacer, cómo puedo contribuir realmente a un mundo más justo y equitativo?”. Trabajando como consultora administrativa de la Comisión Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la USG-UISG (Unioni Superiori/e Generali), pudo también profundizar, a la luz del Evangelio, la vocación al servicio y en la promoción de los más necesitados.

Presentando el proceso de la economía de Francisco, en la que ha participado desde el comienzo, compartió cómo la llamada del Santo Padre a los jóvenes, a ser protagonistas del cambio con acciones proféticas, ha dado una fuerte impronta a su vida y a la de los 2.000 jóvenes implicados en esta aventura, compartiendo proyectos y caminos de cambio, en vistas a que la economía reanime lo humano.

En estos tres años – desde la llamada del Papa, el 1º de mayo de 2019, pasando por la pandemia – los jóvenes han creado y llevado a cabo una gran red internacional de trabajo y discusión en 12 grandes áreas temáticas principales o aldeas: Trabajo y cuidado; Gestión y regalos; Finanzas y humanidad; Energía y pobreza; Vocación y lucro; Políticas para la felicidad; CO2 de la desigualdad; Negocios y paz; Economía y mujer; Empresas en transición; Vida y estilos de vida.

La joven ilustró a las FMA el trabajo concreto con su equipo de la Aldea Agricultura y Justicia, elementos que en diferentes países del mundo lamentablemente están vinculados por mecanismos que ponen en riesgo los territorios y las poblaciones que los habitan. “Ha sido”, dice Catalina, “una confrontación de ideas y experiencias para promover una economía de paz y no de guerra, que contrarresta la proliferación de armas, que cuida la creación y no la saquea, que combate la miseria en todas sus formas y reduce las desigualdades, una economía de solidaridad, una economía más humana”.

Con alegría y entusiasmo, hizo después memoria del gran evento del precedente mes de septiembre, en que más de mil jóvenes economistas, emprendedores y activistas de menos de 35 años, provenientes de más de cien Países de todo el mundo, pudieron reunirse en Asís para los tres días de Economía de Fancisco, donde pudo finalmente abrazar, conocer a lo vivo y tener un intercambio más cercano con los jóvenes de su equipo.

“Nosotros, jóvenes economistas, emprendedores, agentes de cambio, llamados aquí en Asís de todas partes del mundo, conscientes de la responsabilidad que pesa sobre nuestra generación, nos comprometemos ahora, individualmente y todos juntos, a gastar nuestra vida a fin de que la economía de hoy y de mañana se convierta en una Economía del Evangelio”.

Son las palabras del Pacto para la economía, firmado con el Papa Francisco el 24 de septiembre en la conclusión del evento, palabras de esperanza para todos, que hablan del deseo y el compromiso concreto de los jóvenes de vivir creando red, promoviendo un cambio de mentalidad y un estilo emprendedor orientado a la Vida.