Roma (Italia). Del 8 al 10 de septiembre de 2023, el Ámbito para las Misiones del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, con los miembros del Equipo Global Misso, animaron los encuentros de formación online para las Coordinadoras inspectoriales de Misiones y para las Misioneras ad gentes de todas las Inspectorías del mundo, previsto en la programación del Consejo General para el sexenio 2022-2027.
El tema desarrollado en los encuentros, celebrado por Continentes, era la Ecología integral con la intervención misiológico -pastoral “Yo y la Madre Tierra, el océano y el clima” de Mons. Luciano Capelli, Obispo de la Diócesis de Gizo del Islas Salomón hasta junio de 2023, y la puesta en común de las buenas prácticas de presencia de las FMA en el Pacífico Sur por parte de las hermanas de las Islas Samoa. Con la coordinación de Sor Anna Maria Gervasoni, misionera de la Inspectoría de la Región Pacífico de María Auxiliadora (SPR), fue posible realizar la presentación de estas intervenciones en los diferentes momentos en que se desarrolló la formación.
En el saludo de apertura, Sor Ruth del Pilar Mora, Consejera General para las Misiones, a partir de la experiencia de San Francisco de Asís, primer cantor de la belleza de la creación, nos instó a “ir por el mundo a cantar esta alabanza para el Señor y consuela los corazones de los hombres”. Sor Ruth lanzó entonces una provocación concreta:
“Hoy, escuchando el grito de los pobres y de la tierra, la degradación de la naturaleza, de los ríos, la creciente desaparición de la diversidad, el consumo desenfrenado de combustibles fósiles, la destrucción de los bosques, que están elevando las temperaturas y provocando sequías, ¿hay todavía hay lugar para la alabanza? Que nuestros ojos puedan aún contemplar tantas maravillas, que nuestros corazones vibren ante la belleza de la Creación para expresar alabanza, y también para transformar nuestros estilos de vida y ser ya no como amos que explotan, sino como guardianes que cuidan y se hacen responsables del futuro del Planeta. Significa sentir ese imperativo salesiano en sentido positivo ‘Depende de mí, depende de ti, depende de todos los que nos preocupamos por el destino de la Creación‘”.
Monseñor Luciano Capelli, en su discurso basado en la experiencia personal, invitó a las participantes a un tiempo de discernimiento y reflexión personal sobre cómo remediar los desastres causados a nuestra Madre Tierra con una fuerte conversión, una transformación del corazón.
“Es necesario – continuó el Obispo – “ ayudar a los más poderosos a hacer uso de su conciencia y dejar de encontrar pobres excusas que no les permitan tomar decisiones ejecutivas que podrían ‘dañar su billetera’. Esta es la obra de la Iglesia, que debe ayudar a la gente a comprender y a dejar de comportarse como dueños de los bienes de la Tierra, abusando de ellos, para mantener niveles insostenibles de lujo y tratar a las personas como objetos” .
Para concluir, instó a “un fuerte cambio cultural y educativo, un verdadero cambio de paradigma que haga realidad algo en lo que todos estamos de acuerdo. La Tierra es como una hermana y es hermosa como una madre que nos acoge en sus brazos. Todos podemos trabajar juntos como instrumentos de Dios para sanar”.
La participación de las Coordinadoras y Misioneras ad Gentes en los encuentros fue numerosa y animada, alrededor de 350 FMA de todo el mundo, que esperan estos momentos para poder verse y saludarse a través de la webcam, y al mismo tiempo están deseosas de participar para fortalecer y alimentar la sinergia con todo el Instituto.
También estuvieron presentes comunidades enteras, que aprovecharon esta oportunidad para reavivar el fuego de la pasión misionera, el sentido de pertenencia al Instituto, la comunión con todas las hermanas, para mirar juntas al planeta como patria y a la humanidad como personas que viven en una casa común, cuidando la naturaleza, esencial para la vida.
“Cuando somos capaces de superar el individualismo, se puede producir realmente un estilo de vida alternativo y se hace posible un cambio significativo en la sociedad” (Papa Francisco, LS 208).
Muchas gracias. Una experiencia mundial e en poco minutos. Al cuidado de la Madre tierra… Un abrazo fraterno. Sor Aida