Luanda (Angola). Con la difusión de la pandemia del Covid-19, muchos entes gubernamentales e instituciones religiosas en Angola han tenido conocimiento del aumento de grupos de adolescentes y jóvenes en la calle, de la falta de asistencia de los padres y de la falta de atención y cuidado por parte de instituciones, que deberían acogerlos, acompañarlos y promover actividades y procesos que faciliten una vida distinta y mejor por medio de instituciones, trabajo y familia.
Como ha establecido el gobierno de Angola, el proceso de cuarentena requiere que la población esté en casa para evitar el contagio. La Comisión Administrativa de la ciudad de Luanda, capital de Angola, ha pedido a los Salesianos de Don Bosco organizar con voluntarios y educadores un programa para acoger a chicos y chicas de la calle y hospedarlos en las casas donde puedan garantizar protección y monitoreo de su salud.
Las Hijas de María Auxiliadora de la Comunidad María Auxiliadora de Luanda, de la Visitaduría Reina de la Paz (ANG) han asumido la acogida y el cuidado de un grupo de chicas que viven hace años en la calle, algunas en estado de gravedad, una con una hija de un año, con dificultad de adaptarse a una casa de adopción. Las FMA de la Comunidad se han organizado y han asumido con un gran sentido de solidaridad el acompañamiento de estas jóvenes mujeres en relación al cuidado personal, a los momentos recreativos, a la preparación de la comida, a la formación.
El acompañamiento de estas chicas, que acumulan en sí experiencias de vida difícil, estimula a la Comunidad a ser creativa en la búsqueda de nuevas modalidades para gestionar espacios y tiempos con ellas, acogerlas y protegerlas, en la esperanza de un cambio. Las FMA de la Comunidad María Auxiliadora creen que es importante relatar estas experiencias en las escuelas, en los grupos de catequesis y en los grupos asociativos, a fin de ayudar a las jóvenes, en la óptica del Sistema Preventivo, a hacer opciones que las ayuden a vivir bien y a construir un mundo mejor.
