Almagro (Argentina)  Madre Yvonne llegó la Argentina este sábado 2 de noviembre en el marco de los 140 años de la llegada de las primeras misioneras al país.

Fue recibida en la Inspectoría de San Francisco de Sales (ABA) por las hermanas que se iban congregando para el Encuentro Nacional que se celebraría durante el domingo y lunes. “Bienvenida a la casa de la alegría, bienvenida al hogar del amor” fue la canción que acompañó la recibida de la Madre en Almagro (Buenos Aires).

Por la tarde participó de la misa de la parroquia San Carlos donde expresó su felicidad de estar presente para el Congreso Internacional de María Auxiliadora que se celebrará del 7 al 10 de noviembre:  “Es muy lindo pensar que desde todo el mundo van a llegar hermanos y hermanas de la familia salesiana con el mismo amor a María Auxiliadora. Ella siempre nos bendice, nos acompaña, es siempre la Madre de la familia salesiana.”

El día finalizó con las buenas noches en las que la Madre valoró la unidad en el encuentro: “Más allá de lo que podamos hablar y  reflexionar, el hecho de vivir la experiencia juntas ya es muy importante. Encontrarnos, sentirnos hermanas nos da fuerza, nos anima, nos hace sentir una misma familia. Es como si fueramos todas una inspectoría”. Además la Madre Yvonne se enfocó en la importancia de dejarse interpelar por la palabra de Dios: “Vamos a descubrir, momento por momento, lo que Él nos va a decir. Es importante la lectura, la disponibilidad, el deseo de ir descubriendo, con un corazón que ama, lo que Él nos va diciendo a través de todas nosotras”.

El domingo se inauguró oficialmente el Encuentro Nacional de Hermanas que reunió a la Madre Yvonne con las tres inspectorías de la Argentina: San Francisco de Sales (ABA), San Francisco Javier (ABB) y Nuestra Sra. del Rosario (ARO). En un comienzo hicieron historia de la llegada de las primeras misioneras al país, pasando nuevamente por el corazón los primeros pasos del carisma en la Argentina. Una memoria agradecida revivió cómo era el país, la ciudad de Buenos Aires y el barrio de Almagro que recibió a las primeras Hijas de María Auxiliadora en 1879. El camino continuó por la Basílica, la capilla -encontrándose fuertemente con la Madre Mazzarello- y el Centro de Espiritualidad Misionera, donde pudieron ver los primeros frutos de la presencia de las FMA.

El lunes dio lugar a rezar, conocer y profundizar el proceso de Resignificación por el que está atravesando el Instituto en la Argentina. El equipo encargado del mismo, que tiene como guías resignificar, reestructurar y revitalizar, presentó el camino vivido desde su conformación en 2018. Haciéndose eco de lo expuesto la Madre nos animó a seguir renovándonos desde el carisma con confianza, ternura y sin miedos; invitándonos a dar pasos junto a los jóvenes de nuestras comunidades para ser la presencia en Argentina que soñaron nuestros fundadores.

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