Roma (Italia). El 1 de febrero de 2021, en la Capilla de la Sede Central de los Salesianos de Don Bosco en Roma, se llevó a cabo la Celebración de entrega de los crucifijos misioneros a siete Hijas de María Auxiliadora y a dos Salesianos de Don Bosco, presidida por el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, y concelebrada por el Consejero para las Misiones SDB, don Alfred Maravilla.

En la Celebración estaban presentes la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, Madre Yvonne Reungoat, la Vicaria General, sor Chiara Cazzuola, la Consejera General para las Misiones, sor Alaíde Deretti, sor Maike Loes, colaboradora del Ámbito, sor Bernarda Santamaria, Directora de la Comunidad María Ausiliatrice de la Casa Generalicia de Roma (RMC) y una representación de SDB y FMA, en el respeto de las normas sanitarias debidas a la pandemia.

La introducción a la S. Misa, celebrada con la fórmula de la Bienaventurada Virgen María, Ayuda de los Cristianos, dio continuidad al gesto que este año hace presente  una especial circunstancia: “Estamos aquí reunidas para celebrar y renovar la fidelidad al sueño misionero de Don Bosco. Con el pensamiento nos trasladamos a Valdocco, a la Basílica de María Auxiliadora, siempre lugar de bendición y punto de partida de las muchas expediciones misioneras”.

En la homilía el Rector Mayor, reclamando el “Haced los que os diga” (Jn 2, 5), expresó la convicción de que sin el corazón misionero de Don Bosco y de Madre Mazzarello, que enviaron a los primeros SDB y FMA pocos años después de la Fundación de las dos Congregaciones, no hubiera habido una expansión tan grande: “Sólo la misionariedad ha dado un rostro mundial al Instituto FMA y a la Congregación SDB, para el bien de los jóvenes y de las jóvenes del mundo”. Después compartió la experiencia personal de Inspector de la Patagonia: “Entre las cosas más preciosas que he vivido en mi vida ha sido recorrer aquellos caminos, aquellas calles que frecuentaron las hermanas y hermanos misioneros en Tierra del fuego”.

A continuación bendijo los crucifijos misioneros y los entregó a los dos misioneros SDB presentes, de los 24 de esta 151ª expedición, mientras otros 22 se encuentran en sus propias naciones, en espera de partir para la tierra de misión. Madre Yvonne Reungoat entregó los crucifijos a las 7 FMA neo-misioneras, mientras dos han llegado ya a sus destinos.

Antes de la bendición final, la Madre dio las gracias al Rector Mayor por la posibilidad de celebrar juntos este momento en el lugar significativo del paso a Roma de Don Bosco, junto a la Basílica del Sacro Cuore y acabó con un augurio: ”La misionariedad es parte integrante del carisma, por tanto auguro que muchos SDB y muchas FMA continúen escuchando la llamada del Señor, para responder a las necesidades de los jóvenes más pobres de todo el mundo. Auguro que esto suponga un dar la vida totalmente, para llevar la presencia de Jesús a los lugares a los que sois enviados, en un camino de reciprocidad con los pueblos a los que seáis enviados”.

Las neo-misioneras FMA continúan su recorrido, preparándose para el discernimiento en vistas a su destino, con la Formación Misionera en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma y la formación específica para la misión ad gentes, acompañadas de sor Alaide Deretti y de las colaboradoras del Ámbito para las Misiones.

Foto: Flickr ANS

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