Roma (Italia). El 15 de noviembre de 2022 se celebra la memoria litúrgica de la Beata Madre Maddalena Morano (1847-1908), Hija de María Auxiliadora piamontesa que supo inculturarse en Sicilia para anunciar el Evangelio de Cristo y difundir la espiritualidad salesiana que se respiraba en Mornese, Nizza Monferrato y Valdocco, en la relación con Don Bosco y Madre Mazzarello.

En el 150° aniversario de la Fundación del Instituto de las FMA,  se pone en evidencia su audacia, que la hizo ciudadana activa en aquel contexto siciliano de final del Ochocientos, que desconfiaba de las monjas. Emprendedora e intuitiva, sabía cómo hacerse amar y escuchar.

Madre Morano había intuido que el testimonio y la coherencia de vida en el compromiso apostólico eran el secreto del encuentro con la gente: “Pienso que estoy aquí para el Señor y con el Señor… cuando sienta que lo amo de verdad, lo haré amar también por estas pobres muchachas sicilianas, que tan poco lo conocen y están tan llenas de prejuicios”.

Testimonio de sor Adele Martinoni: “Puedo dar fe de que tenía un gran celo por el catecismo. Al llegar a las casas, interrogaba a las alumnas de cada clase, luego hacía su apreciación e inculcaba que el catecismo no debía enseñarse sólo al pie de la letra, sino que debía traducirse en la vida práctica. En todas partes recomendó que la instrucción catequética se impartiera a todas las categorías de personas, ocupándose de la apertura de escuelas y oratorios, como lo hizo de manera particular en Catania. En estas escuelas cuidaba la preparación de las niñas para la Primera Comunión, destinando a ello especialmente una hermana que se trasladara a todas las parroquias de la ciudad. Hacía grandes sacrificios para encontrar el tiempo de ir a pie a inspeccionar las escuelas parroquiales de catecismo, con frecuencia sin tener en cuenta su malparada salud.” (en G. Favini, Vida de la Sierva de Dios Madre Maddalena Morano, Turín, 1966, pp. 118 – 119).

Hoy en el Santuario diocesano de Alí Terme, Messina, dedicado a María Auxiliadora, en la capilla en que se guardan sus reliquias, muchos peregrinos se acercan a pedir su intercesión. Madre Morano es reconocida como la mujer que con su fe tiene poder ante el Padre. Muchas jóvenes parejas van y se dirigen a ella para confiarle la vida que va a nacer. Creen que es una verdadera madre que entiende los dolores y las fatigas de los que engendran y de los que desean engendrar vida.

Los enfermos de tumor se confían a ella, que ha sido víctima de este mal, se sienten acompañados en la lucha interior que experimenta quien sufre tal enfermedad. Sobre todo se dirigen a ella los padres que piden ayuda en la difícil misión de educar a los hijos.

En el 2017, el Arzobispo de Messina-Lipari-Santa Lucía del Mela, Mons. Giovanni Accolla, decretó que la Beata Maddalena Morano fuese reconocida por toda la Archidiócesis como “Patrona de los Catequistas y de los Educadores”. En la motivación se lee: “La Beata Maddalena Morano, Hija de María Auxiliadora, fue infatigable educadora de la juventud, animada por el deseo de hacer conocer al Señor Jesús y de inculcar en el alma de los fieles una unión ininterrumpida con Dios, un deseo de santidad y una firme voluntad de vida cristiana, (…) su vida está bien identificada como un ejemplo a seguir para aquellos que en la Iglesia   están más preocupados por colaborar en el anuncio del Evangelio”.

A ella, en una peregrinación anual y en varios momentos formativos y celebrativos, se dirigen los catequistas y los profesores para que acompañe e ilumine el compromiso apostólico de evangelizar y del anuncio. Piden el impulso de la profundización de las verdades de fe y el renovado compromiso de actuar en comunión sin ningún interés personal e individualista, de iluminar e inspirar con su vida nuevas estrategias para llegar a los chiquillos y a las familias.

Madre Morano es reconocida también como religiosa capaz de renunciar a sí misma para servir y para acompañar a las muchachas más pobres y difíciles. Cada año, el 15 de noviembre, las Instituciones Escolares y las Asociaciones que acogen a niños y jóvenes también incluso discapacitados en el área Jónica de Sicilia confían el nuevo año escolar a la intercesión de Madre Morano con una solemne celebración en el Santuario.