Roma (Italia). El 15 de noviembre de 2021 se celebra la memoria litúrgica de la Beata Maddalena Caterina Morano, Hija de María Auxiliadora italiana de origen piamontés que, llamada a cumplir su servicio en Sicilia primero como Directora, después como Inspectora, supo inculturarse y difundir el espíritu que se respiraba en la Comunidad de Mornese, dando un gran impulso a las obras educativas y pastorales.

¿Cómo contribuyó Madre Morano a hacer de las Comunidades “ambientes vocacionales”?

Sor Piera Cavaglià, Secretaria General del Instituto FMA del 2002 al 2021, retomando los temas del Capítulo General XXIV  concluido el 24 de octubre de 2021, destaca cómo la Madre Morano, aunque con términos diferentes y en un contexto histórico alejado del actual, favoreció una impronta vocacional en las Comunidades:

La pregunta hace resonar en nosotros uno de los fuertes llamamientos del recién concluido CG XXIV: “Reavivemos y testimoniemos juntas la belleza de la vocación salesiana situándonos en un estado de formación continua para un renovado impulso vocacional. Estamos invitadas a volver a la alianza de amor y a redescubrir la vocación como experiencia de encuentro con Dios. Él nos ama, ha fijado en nosotras su mirada, nos llama a compartir la pasión por el Reino en la comunidad humana y eclesial” (Actas del Capítulo General XXIV: Con María ser “presencia” que genera vida – texto en forma impresa).

Desde hace años el Instituto ha emprendido la profundización de esta realidad: el Proyecto de Formación y las Líneas de la misión educativa de las FMA reafirman claramente que la animación vocacional encuentra en la Pastoral Juvenil su espacio vital y la PJ es eficaz cuando se abre a la dimensión vocacional. Pero esto puede suceder sólo dentro de comunidades que son “espacio de crecimiento vocacional para cada miembro” y “propuesta vocacional” para las jóvenes y los jóvenes (Cf En los surcos de la Alianza. Proyecto formativo de las FMA p. 50 y cf p. 81-96).

La animación vocacional no se sitúa pues al final del camino, sino que es una dimensión, una prospectiva irrenunciable que cualifica todo proyecto educativo, cada comunidad, cada fase del crecimiento humano. No se reduce a una estrategia, sino que se identifica con un clima. El clima se experimenta dentro de una comunidad, taller vocacional por excelencia.

Los hitos de Maddalena Morano y  de las primeras Comunidades

Sor Magdalena debía sentir una inmensa alegría cuando dijo: “¡Vi a Don Bosco, hablé con él! Estuve en Mornese, respiré aquel ambiente, conocí a Madre Mazzarello, le estreché la mano en las últimas horas de su vida”.

Su vida, en efecto, se desarrolló en continua referencia a una experiencia que la marcó a niveles profundos. En el relato de don Lemoyne sobre la enfermedad y muerte de Madre Mazzarello, en referencia a la última noche, leemos: las hermanas estaban cerca de su cama. “Parecía que quisiese asegurarse de su presencia y estrechaba la mano de Sor Morano”. Sor Maddalena Morano estaba en Nizza como encargada de las educandas. Partiría para Sicilia el 5 de septiembre de 1881 (cf Orme di vita tracce di futuro D 122, pag. 341).

Ella había respirado el “espíritu de Mornese” y este hecho, más que un privilegio, Maddalena lo consideraba una misión. Se había propuesto, en efecto, ser Santa según el estilo de Don Bosco y de Madre Mazzarello, a cualquier precio, buscando orientar hacia esta meta hermanas y chicas, laicos, laicas y quizás los mismos párrocos con los que colaboraba en la misión catequística.

Si se analiza, secuencia por secuencia, la grabación de su vida, se descubre cuál era su concepción de santidad salesiana: no pertenecer ya a una misma sino realizarse en el amor, como educadora y como formadora.

Los niños, los jóvenes, las jóvenes, habían llenado su vida desde que tenía 14 años. Es imposible pensar en Maddalena sino como guía, como maestra de vida, como acompañante sabia, decidida y materna.

Nos muestra con hechos la viabilidad de la santidad forjada como guía para otros en el camino de descubrir el plan de Dios. Su existencia es un signo transparente de cuánto nos ama Dios; por esta razón su vida es una apelación a los demás, es llamada vocacional.

Sor Petronilla Mazzarello, que fue su maestra de novicias, había observado largamente y con complacencia aquella novicia que entró en el Instituto a los 31 años mientras hacía escuela o mientras jugaba entre las muchachas y dice de ella: “Tenía un espíritu verdaderamente salesiano”.

Sus puntos de referencia en efecto fueron, además del Evangelio y las Constituciones, el espíritu de Mornese y de Nizza, el clima de los orígenes carismáticos, el testimonio de hermanas en las cuales vio encarnarse la espiritualidad salesiana. (Texto completo)

En el 3º año de preparación al 150º aniversario de la Fundación del Instituto FMA, en que las Comunidades Educativas son llamadas a Proyectar con audacia el futuro, la experiencia de Madre Maddalena Morano es ejemplo y estímulo, para las Comunidades Educativas, “a celebrar gozosamente la fidelidad de Dios y la presencia de María Auxiliadora que han suscitado el Instituto de las FMA y no cesan de acompañarlo en el camino”.

6 COMENTARIOS

  1. GRAZIE PER AVER ESPRESSO LA SANTITA’ DI MADRE MORANO INNESCATA E FIORITA A MORNESE CON MADRE MAZZARELLO, LE CONSORELLE – E SOTTINTESO – DON BOSCO.
    I TEMPI SONO DIVERSI I VALORI NO, A NOI RISVEGLIARLI, PROGETTARLI, ATTUARLI. GRAZIE SR. PIERA, CONTINUA A DONARCI LA RICCHEZZA DELLE PRIME ORIGINI E POSSIBILMENTE L’AUDACIA OGGI..

  2. Obrigada pela riqueza deste texto sobre M.Morano, Ir. Piera! Foi uma grande mullher, uma santa FMA, testemunha de uma vida entregue à educação das jovens, no espírito do carisma salesiano das origens, “gerando vida” no tempo que lhe coube viver!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.