Centro América. El 28 de abril de 2021 se llevó a cabo el XXIII encuentro de la Red de Escuela Salesiana de la Región Centro América (CERCA) sobre el tema “El acompañamiento salesiano en el cuadro de la actual crisis y el Pacto Global para la Educación”.

La Red de la Escuela Salesiana Región Centro América (CERCA) reúne cerca de 60 Instituciones educativas de las Hijas de María Auxiliadora, de los Salesianos de Don Bosco, de las Hijas del Divino Salvador, y comparte la misión educativa con otros Grupos de la Familia Salesiana, entre los cuales los Salesianos Cooperadores, Exalumnos/as y Damas Salesianas.

El encuentro tenía el objetivo de profundizar los temas de la educación y del acompañamiento y compartir las experiencias educativas como red de Escuelas salesianas en América, para acoger el reto del Pacto Global para la Educación, a través del acompañamiento salesiano como respuesta concreta a la pandemia de Covid-19.

Estaban conectados online cerca de 600 participantes, miembros de los Consejos Inspectoriales, Directores de las Instituciones Educativas Salesianas, Coordinadores escolares y pastorales, miembros de los Grupos de la Familia Salesiana, padres, referentes de la Escuela Salesiana de Italia, Estados Unidos, Méjico, Bolivia, Perú, Haití y Chile.

En el encuentro estaban presentes sor Runita Borja, Consejera para la Pastoral Juvenil, sor Ivone Goulart, colaboradora del Ámbito PJ y Referente de la Escuela Salesiana para América de las FMA, sor Altagrace Mathías, referente de la Escuela Salesiana América (ESA) para la Conferencia Interinspectorial de Méjico, Antillas y Centro América (CIMAC), don Claudio Cartés, referente del Dicasterio para la Pastoral Juvenil, sector Escuela Salesiana para América y don Carlos Montoya, Referente ESA para la Región Mesoamérica.

Sor Runita Borja subrayó la importancia del acompañamiento: “En nuestras Instituciones educativas se constata la necesidad del acompañamiento: personal, para los grupos y para las familias. Por esto es importante, en la prospectiva del Pacto Global para la Educación, unir las fuerzas de religiosos y religiosas, educadores laicos, sacerdotes, personal no docente, jóvenes responsables, miembros de la Familia Salesiana, personas y organizaciones comprometidas en la educación, a fin de que se pueda llegar a más niños, adolescentes, jóvenes y familias. Unir las fuerzas a favor de la educación significa apostar por el acompañamiento”.

El tema fue desarrollado por don Alejandro Rodríguez Rodríguez, SDB, educador e investigador en el Centro de Estudios Salesiano de Berkeley, en California, y por sor Ana Victoria Ulate, colaboradora del Ámbito para la Pastoral Juvenil, que orientaron la reflexión sobre el “Acompañamiento salesiano para la refloración del ser humano” para una “Respuesta de Calidad y Esperanza de la Escuela Salesiana”.

Partir de la identidad carismática, para responder a la misión confiada por Dios, que se expresa en el Da mihi animas cetera tolle de Don Bosco y en la llamada a la santidad a través del estilo y la espiritualidad del Sistema Preventivo, es el camino a seguir. La “cultura del acompañamiento” propone la centralidad de la persona y su humanización en prospectiva integral y trascendente, superando acciones aisladas, fragmentación y cultura del descarte que derivan de la actual crisis antropológica, cultural y social, agravadas por la pandemia.

El acompañamiento se propone a través de tres valores generativos de humanidad solidaria y evangélica, que tejen redes y abren a caminos de vida: “somos”, “compartimos” y “nos cuidamos”.

“Estar presentes”, “compartir la vida” y el “cuidado recíproco” se expresan con las palabras del Papa Francisco en el lenguaje de las manos, de la mente y del corazón. Es un lenguaje salesiano, centrado en la persona, que viene de la experiencia educativa de Don Bosco y de Madre Mazzarello, favorece la participación a través de la escucha y la implicación y se concentra en los más débiles y marginados.

El desafío de la Escuela Salesiana es responder a los actuales necesidades educativas, la formación al cuidado de sí y al cuidado del otro, el aprendizaje online y presencial, el aprendizaje personalizado, emotivo, la ciudadanía digital, la recuperación del arte y del juego, la experiencia del oratorio también virtual. El “oratorio virtual” no es un lugar, sino una experiencia que conduce al significado de la familia, de la casa, del encuentro con el trascendente y con el otro a través de la experiencia lúdica del juego, de la música y del arte.

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