Palestina. El 4 de noviembre de 2021, en la Universidad de Belén, en Palestina, se llevó a cabo el Seminario titulado “Deir Beit Gamal: Patrimonio, Compromiso Comunitario e Investigación” con el objetivo de presentar la historia de la Casa de los Salesianos de Don Bosco San José de Betgamāl, en Israel, de la Inspectoría de Oriente Medio Jesús Adolescente (MOR), en la que vivió y prestó su servicio de enfermería el Venerable Simone (Sim‘ān) Srugi, coadjutor SDB.
Nacido en Nazaret el 15 de abril de 1877, desde 1900, recién profeso, estuvo en Betgamāl, con diversos encargos, entre ellos la clínica médico-enfermera adscrita a la Casa Salesiana. De 1930 a 1942 registró con precisión los nombres de los pacientes, las patologías y tratamientos, y los pueblos de origen.
Se han conservado 8 Registros – el último está expuesto en el Museo Casa Don Bosco de Turín – Valdocco – que documentan el servicio sanitario prestado cada día a decenas de enfermos (40-45 de media, para un total de más de 30.000), procedentes de más de 70 aldeas, distantes hasta 60 km.
El orador invitado, prof. Giovanni Caputa, SDB de la Comunidad de Betgamāl, presentó diferentes aspectos de la historia de la Casa Salesiana y la obra del Venerable Srugi. En particular, presentó los documentos que escribió: los registros de fármacos (1932-1942), los manuales y recetas utilizados, los cuadernos de bolsillo de los componentes de los medicamentos que preparó, los relatos del ecónomo de la Comunidad y la correspondencia con médicos y benefactores de la clínica, que ahora están siendo estudiados por los investigadores.
Durante el Seminario, la Universidad de Belén puso en marcha el proyecto de un estudio interdisciplinario, desde el punto de vista sociológico, médico de enfermería, cultural, de este patrimonio archivístico aún inexplorado. Las autoridades académicas y religiosas que intervinieron en la presentación animaron el proyecto, cuyos resultados harán conocer mejor aquel período histórico de Palestina, y el papel que la Comunidad salesiana de Betgamāl desempeñó en aquella región, pobre y afectada por la endemia de la malaria.
Entre los participantes, había algunos descendientes de sus pacientes, entre los cuales todavía está viva la memoria de Sim’ān Srugi, “el doctòr“. Hombre de profunda religiosidad, Srugi tenía una delicadeza especial en el cuidado de la salud física y de la salvación eterna de los demás.
En su trabajo con los enfermos, Simone Srugi no actuaba solo: era ayudado por sor Tersilla Ferrero (1893-1973), Hija de María Auxiliadora, enfermera graduada en el hospital italiano de Damasco, y por el Sr. Dikràn Ciakmakgiàn, cooperador salesiano.
En las notas biográficas leemos:
“En 1930 Sor Tersilla fue asignada a la comunidad de Betgamal, donde en 1937 comenzó a llevar a cabo la tarea de dirección. En aquella casa, que pertenecía a los hermanos salesianos, Sor Tersilla se encontró trabajando junto al enfermero coadjutor salesiano Simone Srugi. En la enfermería Srugi encontrará esta anotación de Sor Tersilla: “Aprendí de él lo que es la vida religiosa. Los que estaban con él se vieron obligados a vivir de su intensa espiritualidad, de lo contrario se habrían encontrado como un pez fuera del agua”. Durante quince años sor Tersilla trabajó en aquella casa donde era incesante la actividad y extrema la pobreza. Vivió con alegría su generosa donación ejerciendo mucha comprensión hacia los campesinos árabes que se presentaron en masa en el dispensario farmacéutico llenos de dolencias, miseria y parásitos. Sabían que allí había un “santo” que podía sanar y también una “madre” que atendía sus necesidades. Aquellos pobres preferían caminar horas y horas para llegar a esa casa donde “el señor Srugi y la monja usaban bellos modales y los cuidaban bien”” (Facciamo memoria, notas biográficas de las FMA fallecidas en 1973, p. 158-159).
El Decano del Departamento de Humanidades de la Universidad de Belén, musulmán, observa: “Todos somos religiosos, porque creemos en Dios, oramos…, pero la verdadera religión se demuestra con hechos. ¡Mu’allem (el maestro) Srugi es un modelo!”.
Ringrazio per questa bella presentazione che, oltre a offrire informazioni generali sull’opera che SDB ed FMA svolsero a Betgamal per decenni a favore dei poveri e ammalati, evidenzia il contributo di Suor Tersilla Ferrero, non solo competente infermiera professionale, ma vera “sorella spirituale” di Simone Srugi. Vi terrò aggiornate sugli sviluppi dell’iniziativa avviata con l’Università di Betlemme. In comunione. Don Gianni Caputa SDB