Roma (Italia). Del 7 al 31 de mayo de 2023, el Ámbito para las Misiones del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora anima el curso de formación permanente para Misioneras ad gentes “Con María, ser ‘presencia’ generadora de vida” (Actas CG XXIV) que se celebra en Roma, en la Casa General del Instituto FMA, con paradas en Mornese (AL), Nizza Monferrato (AT), Turín.
Los objetivos del curso, en el que participan 13 FMA de todo el mundo -Corea, Ecuador, Etiopía, Gabón, Japón, Indonesia, Madagascar, República Dominicana, Sri Lanka, Sudán del Sur- son:
- Despertar la frescura original de la fecundidad vocacional misionera.
- Vivir esta parada carismática “en los orígenes” para reavivar la pasión misionera del da mihi animas coetera tolle.
La Madre General del Instituto FMA, Sor Chiara Cazzuola, en el encuentro que tuvo con ellas, a partir de un pensamiento de Blaise Pascal – “¿Buscadoras de Dios? No me buscarías si no me hubieras encontrado ya” (B. Pascal, Pensèes, n. 553) – centró su atención en la pregunta de los discípulos a Jesús “Maestro, ¿dónde vives?” (Jn 1,38): “¡Cuántas veces ha entrado en nuestra reflexión esta pregunta! Y, sin embargo, sigue siendo capaz de despertar los sueños más profundos y claros, la tensión ideal que justifica nuestra vida. Somos buscadores de Dios, es Él quien ha colmado vuestra existencia, quien os ha dado el valor de responder con generosidad a su llamada. Este Sí es ahora más consciente, porque tiene el peso de vuestra vida. La búsqueda apasionada del Señor nos involucra con todo nuestro ser. Experimentamos la fascinación de haber sido conquistadas y nos recuerda que debemos caminar con la mirada fija en Jesús”.
Durante este mes, las hermanas tienen la oportunidad de vivir la Fiesta de Madre Mazzarello y los Ejercicios Espirituales en Mornese, participar en la Fiesta de María Auxiliadora y en la procesión en la Basílica de Turín, visitar los lugares donde han vivido Madre Mazzarello y Don Bosco.
La Madre General exhortó a las hermanas a vivir “este momento importante para reavivar el fuego. Cada experiencia que vivimos es una experiencia para reavivar el corazón. Pregúntate: ¿A quién estoy buscando? ¿Dónde habita mi corazón? Habitad lo más profundo de vuestro ser y dejad que Dios os habite. Las misioneras son signos de ternura. Recorred el camino de las generaciones que se entregaron al Instituto y preguntaos: ‘¿Qué he vivido? ¿Cuáles son los signos de Dios en mi vida?’. Volver sobre vuestro camino se convierte ahora en un signo de esperanza para nosotras, para el Instituto, porque nadie camina sola. Preguntaos: ‘¿Cuál es mi tarea en la sociedad en la vida religiosa?’. Haced visible el rostro de Dios. Lo hemos encontrado, pero si aún lo deseamos es porque Dios se deja buscar y nos encuentra continuamente”.
Estas hermanas, como tantas otras del Instituto FMA esparcidas por el mundo, en el silencio de su trabajo diario y en muchos años de misión, han dado y siguen dando su vida a tantos hermanos y hermanas olvidados de las diferentes culturas, con compromiso, valor, creatividad, esperanza. Tal vez sus vidas no sean noticia, no hayan escrito libros ni publicado artículos en periódicos, pero son mujeres que con la fuerza del amor y el valor solo intentan convertir la muerte en vida. Mujeres, como tantas otras aún especiales, que con determinación respondieron a la llamada de Dios a ser misioneras ad gentes para siempre – desde los 67, 62, 45, 32, 16 años – allí donde el Señor las ha llamado a florecer.
Muy lindas la palabras de Madre Chiara, creo que todos los días es para preguntarse qué busco. A quien estoy buscando… sirven para reavivar el fuego de nuestro primer sí. Gracias hermanas por iniciar este camino de respuesta radical al Señor… Haberse encontrado en los lugares de nuestros origenes ya es una gran motivación…ahora a contagiarnos y
Hermoso las palabras de madre Chiara. Reavivan en mi también esa alegría de haberlo encontrado, de saber que le pertenezco y las interrogantes que me ponen en el camino, para ser signo de esperanza