Turín (Italia). El 22 de diciembre de 2023, la Madre Sor Chiara Cazzuola y las Consejeras generales del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora viajan a Turín para un encuentro con el Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco, el Cardenal Ángel Fernández Artime, y su Consejo. Se trata del último encuentro con esta configuración del Consejo de los Salesianos, ahora próximo al 29º Capítulo General, que se celebrará en 2025, presidido por el Vicario General, don Stefano Martoglio.
Tras los saludos cordiales y la foto ritual, el Rector Mayor relata con sencillez y en un tono muy familiar la experiencia vivida en los últimos seis meses, recordando la muerte de su madre y, sobre todo, el insperado anuncio de la creación de Cardenal por parte del Papa Francisco, que supone dejar la Congregación Salesiana para el nuevo servicio en el Vaticano.
Posteriormente, Don Alphonse Owoudou, Consejero Regional para África y Madagascar, que será el regulador del 29° CG, sobre el tema “APASIONADOS POR JESUCRISTO, DEDICADOS A LOS JÓVENES. Por una vivencia fiel y profética de nuestra vocación salesiana” – presenta el enfoque, la articulación del proceso, el logo elegido. Serán alrededor de 240 participantes, convocados en Turín, corazón del carisma salesiano. Don Pascual Chávez, Rector Mayor emérito, dirigirá los ejercicios espirituales que inauguran el evento, mientras que el padre Mauro-Giuseppe Lepori, abad general de la Orden del Císter, dirigirá el discernimiento con vistas a la elección del nuevo Consejo General.
Al final de la presentación, Madre Chiara agradece el compartir fraterno y asegura la oración, necesaria para que todo se realice bajo la acción del Espíritu. También hace participar a los hermanos del proceso de preparación de la evaluación trienal que tendrá lugar en el primer semestre de 2025.
Los dos Consejos se reúnen luego en la alcoba de Don Bosco para la Celebración Eucarística presidida por el Rector Mayor quien en la homilía, comentando las lecturas del día, exhorta a los presentes, siguiendo el ejemplo de Ana, madre de Samuel y de María, la madre de Jesús, para “ofrecer al Señor todo lo que somos, con nuestra pobreza y con el corazón libre, con el deseo de acercarnos cada día a Él”.
La velada finaliza con una cena fraterna y un intercambio de regalos. La Madre y las Consejeras generales regresaron a Roma a la mañana siguiente.
