Asís (Italia). El 10 de octubre de 2020, en la Basílica Superior de San Francisco de Asís, durante la Celebración Eucarística presidida por el Cardenal Mons. Agostino Vallini, delegado del Papa para las Basílicas papales de Asís, el joven Carlo Acutis fue proclamado Beato.

Carlo Acutis es un “Santo de la puerta de al lado”, que presenta a los jóvenes una santidad posible en este tiempo. Nacido en 1991 y fallecido en 2006 a sólo 15 años debido a una leucemia fulminante. El Card. Vallini en la homilía subrayó: “era un chico normal, sencillo, espontáneo, simpático, amaba la naturaleza y los animales, jugaba al fútbol, tenía muchos amigos compañeros suyos”, era extraordinario por su fe y su testimonio de caridad hacia los pobres.

Especialmente impactante en la Celebración fue el momento en que desvelaron su retrato, un rostro joven y simpático, al estilo de los adolescentes de hoy, hasta el punto de ser llamado “santo del milenio”, y el momento en que fue llevado en procesión al altar el relicario que contiene el corazón de Carlo, relicario que siguieron sus padres. El rostro y el corazón: símbolos de la transparencia de vida reflejada en los ojos y en un corazón que amaba a Dios.

La Eucaristía y María

El amor a Jesús Eucaristía, que llamaba “mi autopista hacia el cielo” y la devoción a María, con la oración cotidiana del Rosario y la Consagración a Ella, están entre las características expresadas. Para el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora y la Familia Salesiana son dos pilares de la Espiritualidad Juvenil Salesiana, que don Bosco indicó a los jóvenes en las “Buenas noches” del 30 de mayo de 1862, en el “sueño de las dos columnas”: la Virgen y una gran Hostia son las dos “columnas de salvación” hacia las cuales el Papa dirige la nave que es la Iglesia. (cfr Memorias biográficas de San Juan Bosco, Vol. VII, Cap. 18)

Carlo Acutis recibe la primera comunión con anticipación respecto a los compañeros y desde aquel momento la comunión se convierte en la cita cotidiana que lo hace auténtico testimonio de Cristo.

Un buen uso de internet

En el perfil biográfico de Carlo Acutis, se evidencia un rasgo del nuevo Beato que lo hace más próximo a los jóvenes: la pasión por la web, que gestiona con responsabilidad y competencia, administrando sus habilidades en proyectos dirigidos al bien: “Por su afabilidad y su hilaridad amistosa, Carlo estaba siempre en el centro de atención de sus amigos, también porque los ayudaba en el uso del ordenador y de sus programas. Recibía muchas muestras de reconocimiento de sus dotes informáticas y de su completa disponibilidad a ponerlas a disposición de sus compañeros de escuela y de quienes lo necesitaran, incluidos los familiares.”

La “buena comunicación” es un rasgo en la pedagogía de Don Bosco, que se servía de los medios de su tiempo para difundir la catequesis y la información religiosa. Carlo Acutis, que compartía en la Web muchos mensajes, fue propuesto como patrono de internet, es decir, protector e inspirador en el buen uso de la red.

Para Carlos la red es compartir, como evidenció el Card. Vallini: “un espacio de diálogo, de conocimiento, de compartir, de respeto recíproco, para usar con responsabilidad. En esta prospectiva positiva animaba a usar los mass-media como medios al servicio del Evangelio, para llegar al mayor número de personas y hacerles conocer la belleza de la amistad con el Señor”.

En el sitio www.carloacutis.com, por él mismo proyectado, que lo hace aún vivo en la red, hay una muestra de los principales milagros eucarísticos del mundo, que compartía explicando el catecismo a los niños.

Con su testimonio y la frase “Todos nacen originales, muchos mueren como fotocopias”  deja, especialmente a los jóvenes, el deseo de descubrir la propia unicidad y de poner al servicio los propios dones, como concluye el Cardenal: “Él dio testimonio de que la fe no nos aleja de la vida, sino que nos sumerge más profundamente en ella, indicándonos el camino concreto para vivir la alegría del Evangelio. De nosotros depende el seguirla, atraídos por la experiencia del Beato Carlo, a fin de que también nuestra vida pueda brillar de luz y de esperanza.”

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