Jornada Mundial de la Paz 2022

Roma (Italia). El 1° de enero de 2022 se celebra la 55^a Jornada mundial de la Paz, instituida por el Papa Pablo VI en el 1968, como invitación para todos a la plegaria y a la reflexión, para promover caminos orientados a este don para toda la humanidad.

“Educación, trabajo, diálogo entre las generaciones: instrumentos para edificar una paz duradera” es el tema del Mensaje del Papa Francisco, que se abre con las palabras de Isaías – “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz!”  (Is 52,7) – palabras de “esperanza de un renacimiento desde los escombros de la historia” que pertenecen a todos los tiempos, porque, “como en los tiempos de los antiguos profetas, también hoy el grito de los pobres y de la tierra no cesa de elevarse para implorar justicia y paz”.

“La paz – dice el Papa Francisco – es a la vez don de lo alto y fruto de un compromiso compartido”, que requiere la colaboración de todos, por esto propone tres vías para la construcción de una paz duradera:

• el diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyectos compartidos,
• la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo,
• el trabajo, para una plena realización de la dignidad humana.

El Papa las define como “tres elementos imprescindibles para “dar vida a un pacto social”, sin el cual todo proyecto de paz resulta inconsistente”.

El verdadero diálogo presupone confianza en el interlocutor y requiere por ambas partes la capacidad de “escucharse, confrontar, ponerse de acuerdo y caminar juntos”. No es posible caminar juntos viviendo como si no hubiese un pasado y un futuro, limitándose a perseguir los intereses inmediatos. Por esto, la alianza entre generaciones, entre “los custodios de la memoria”, los ancianos y “aquellos que llevan adelante la historia”, los jóvenes, es condición necesaria para superar los grandes desafíos sociales y construir juntos un futuro de paz.

Lugares y contextos privilegiados del diálogo intergeneracional son la educación – que proporciona la gramática del diálogo entre las generaciones – y el trabajo, “donde hombres y mujeres de generaciones diversas se encuentran para colaborar, intercambiando conocimientos, experiencias y competencias en vistas al bien común”.

Profundizando los conceptos de instrucción y educación, como “motores de la paz”, el Papa Francisco habla de desarrollo humano integral, de cultura del cuidado, de pacto educativo global y de ecología integral, que hacen a la persona libre y responsable, promoviendo “una sociedad cohesionada, civil, capaz de generar esperanza, riqueza y progreso”.

Invertir en educación significa dar a los jóvenes la oportunidad de expresarse plenamente a través del trabajo, poniendo al servicio los propios dones, los conocimientos y las habilidades adquiridas en el camino de la formación: “el trabajo es el lugar donde aprendemos a hacer nuestra contribución a un mundo más habitable y hermoso”.

En un tiempo en que la pandemia de la Covid-19 ha agravado la situación del mundo del trabajo, cerrando a muchos el acceso al mismo, se ve mucho más claro cómo el trabajo no es sólo una necesidad para el sustento, sino también y sobre todo un motivo de realización humana y social.

El 21 de diciembre de 2021, en el curso de la Conferencia de Prensa de presentación del Mensaje para la 55ª Jornada Mundial de la Paz, sor Alessandra Smerilli, Hija de María Auxiliadora, Secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral,  afirmó: “El trabajo es mucho más que un medio para ganarse la vida: el trabajo es expresión de nuestra identidad y dignidad, de nuestra vocación  social y relacional, de nuestro custodiar y cultivar la tierra, con Dios y con los otros”.

En aquella ocasión, el Dicasterio, a través de la Comisión Covid-19 y en colaboración con otros Dicasterios, comunicó el inicio del Proyecto “Trabajo para todos”: “una gran operación de escucha de todos los que en los diversos lugares están buscando soluciones creativas a los problemas del trabajo. (…)  Para que la paz se construya a  través de condiciones de trabajo dignas para todos”, ha explicado sor Alessandra Smerilli.

El Santo Padre concluye el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2022 con la llamada – a los gobernantes y a cuantos tienen responsabilidades políticas y sociales, a los pastores y a los animadores de las comunidades eclesiales y a todos los hombres y las mujeres de buena voluntad – a caminar juntos “con coraje y creatividad” por estos tres caminos: el diálogo entre generaciones, la educación y el trabajo. “Y que sean siempre más numerosos los que, sin hacer ruido, con humildad y tenacidad, se hagan día a día artesanos de paz”.

Mensaje por la Paz 2022