Roma (Italia). Se abrió el 22 de junio de 2022, con el Festival de las familias “The beauty of the family” en presencia del Papa Francisco, el 10° Encuentro Mundial de las Familias sobre el tema “El amor familiar: vocación y camino de santidad”, que se tiene en Roma del 22 al 26 de junio para 2000 Delegados/as provenientes de todo el mundo y en la “modalidad multicéntrica y generalizada” para todas las familias que siguen el evento a través de los medios de comunicación.

En una Aula Pablo VI llena y alegre, “The beauty of the family” alterna testimonios, música, momentos de reflexión, en un gran relato sobre los gozos, las fatigas y la belleza de ser familia, embellecido por las palabras del Papa Francisco, que animó a las familias a vivir con los ojos dirigidos al Cielo, como decían los Beatos Maria y Luigi Beltrame Quattrocchi a sus hijos, afrontando las fatigas y los gozos de la vida “mirando siempre desde el techo hacia arriba”.

Francesco Beltrame Quattrocchi, sobrino de los Beatos Maria e Luigi, el primer matrimonio beatificado por San Juan Pablo II en 2001, estuvo presente al comienzo del evento para contar la historia de santidad de los esposos patronos del evento.

El Card. Kevin Joseph Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, a continuación dio la bienvenida al Santo Padre y presentó a cinco familias que compartieron su camino espiritual: algunas familias romanas, una familia de la  maltrecha Ucrania y una familia del Congo: “no son familias perfectas las que presentamos, porque como él dice siempre, las familias perfectas no existen. Son familias normales, que como tantas otras en todos los Países y latitudes pasan por los sufrimientos y las dificultades típicas de nuestro tiempo: el temor a casarse en una sociedad que los desanima a comprometerse ‘para siempre’, la dificultad de perdonarse en un mundo que los empuja al individualismo y a pensar sólo en sí mismos, la enfermedad que está haciendo estragos, incluso la elección de dar sus vidas para salvar la de un hijo, o la guerra y la pérdida repentina de un ser querido”.

“La familia hoy es una realidad compleja, la unión de desafíos y problemas que en la vida cotidiana de las parejas comprometidas, los cónyuges y los hijos a veces parecen insuperables, pero es precisamente esta realidad la que la Iglesia quiere cuidar, con valentía, misericordia y cuidado de Madre, porque como usted nos exhorta, Santo Padre, la Iglesia pueda ser para todos una casa de ternura, casa del amor de un Padre que con paciencia extiende y alarga los brazos al hijo que la busca con sinceridad y humildad”.

Después de haber escuchado los testimonios de las cinco familias que se alternaron en el escenario, el Papa Francisco expresó a ellos y a todas las familias del mundo, su cercanía:

“Quisiera haceros sentir mi cercanía allí donde os encontréis, en vuestra concreta condición de vida. Mi aliento es sobre todo precisamente esto: partir de vuestra situación real y desde allí tratar de caminar juntos: juntos como esposos, juntos en vuestra familia, juntos con otras familias, juntos con la Iglesia”.

Exhortándolos a no olvidar que la cercanía es el estilo de Dios – cercanía, compasión y ternura -, retoma su testimonio, indicando los “pasos adicionales” que deben darse juntos:

“Un paso más” hacia el matrimonio. El Papa agradece a Luigi y Serena, que han explicado con gran honradez su experiencia, en la que no se han sentido apoyados por una comunidad, sino que, providencialmente, han encontrado apoyo en otras familias, “pequeñas iglesias”. Los anima a proseguir el camino, seguros del apoyo de Cristo: “En el matrimonio Cristo se os da a vosotros, y así vosotros tenéis la fuerza para daros mutuamente. ¡Ánimo, pues, la vida familiar no es una misión imposible! Con la gracia del sacramento, Dios la convierte en un viaje maravilloso para hacerlo junto a Él, nunca solos”.

“Un paso más” para abrazar la cruz. Entre los testimonios, estaba el de Roberto y Maria Anselma, los padres de la Sierva de Dios Chiara Corbella Petrillo, joven madre de familia de Roma, que a pesar de la enfermedad decide dar su vida hasta el final continuando con el embarazo. “Nos habéis hablado de la cruz, que forma parte de la vida de cada persona y de cada familia. Y habéis testimoniado que la dura cruz de la enfermedad y de la muerte de Chiara no ha destruido la familia y no ha eliminado la serenidad y la paz de vuestros corazones. (…) Ver cómo ella ha vivido la prueba de la enfermedad nos ha ayudado a levantar la mirada y a no permanecer prisioneros del dolor, sino a abrirnos a algo más grande: los designios misteriosos de Dios, la eternidad, el Cielo. ¡Os agradezco este testimonio de fe!”.

“Un paso más” hacia el perdón. A Paul y Germaine, provenientes de la República Democrática del Congo, que cuentan con valentía la crisis vivida en el propio matrimonio, el Papa Francisco habrá de perdón: “El perdón sana todas las heridas; el perdón es un don que  fluye de la gracia con la que Cristo llena a la pareja y a toda la familia cuando lo dejamos actuar, cuando nos volvemos a Él. Es muy bonito que hayáis celebrado vuestra “fiesta del perdón”, con vuestros hijos, renovando las promesas matrimoniales en la celebración eucarística”.

“Un paso más” hacia la acogida. Iryna y Sofia son madre e hija que han huido del conflicto en Ucrania y están hospedadas en Italia por una familia. “La guerra os ha puesto frente al cinismo y a la brutalidad humana, pero habéis encontrado también personas de gran humanidad. (…) Os doy gracias también a vosotros, Pietro y Erika, por haber contado vuestra historia y por la generosidad con que habéis acogido a Iryna  y  a Sofia en vuestra ya numerosa familia. (…) Las familias son lugares de acogida, ¡y ay de ellas si fracasan! Una sociedad se volvería fría e inhabitable sin familias acogedoras”.

“Un paso más” hacia la fraternidad. El testimonio es el de Zakia Seddiki, originaria de Casablanca, mujer de Luca Attanasio, el embajador italiano en la República Democrática del Congo asesinado en un atentado en febrero de 2021. El dolor de la joven mujer, madre de tres niñas, es aún reciente, pero no para aniquilar la fuerza de los ideales llevados a cabo con su marido, que sigue sintiéndose presente. “En Zakia y Luca encontramos la belleza del amor humano, la pasión por la vida, el altruismo y también la fidelidad al propio credo y a la propia tradición religiosa fuente de inspiración y de fuerza interior. En vuestra familia se expresa el ideal de la fraternidad.  Más allá de ser marido y mujer, vosotros habéis vivido como hermanos en humanidad, como hermanos en las distintas experiencias religiosas, como hermanos en el compromiso social”.

El Papa Francisco concluye su Discurso formulando una pregunta a todas las familias: “¿Qué paso más pide hoy a nuestra familia? A mi familia: cada uno debe decir esto. Poneos a la escucha. Dejaos transformar por Él, porque también vosotros podéis transformar el mundo y convertirlo en “casa” para quien tiene necesidad de ser acogido, para quien necesita encontrar a Cristo y sentirse amado”.

El Encuentro Mundial de las Familias continúa, según el programa, con el Congreso Teológico Pastoral que se lleva a cabo en el Aula Paolo VI y con los eventos nocturnos en la Plaza San Giovanni y en las Parroquias romanas. Sábado 25 a las 18:30 (hora italiana) se tendrá la Celebración Eucarística presidida por el Papa en la Plaza San Pietro y domingo 26, en la clausura del evento, el Angelus con el Mandato a las Familias.

Sitio web del Encuentro Mundial

Sitio web del Dicasterio para los Laicos, la Familia, la Vida

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