Roma (Italia). Los Consejeros Generales para la Pastoral Juvenil de las Hijas de María Auxiliadora y de los Salesianos de Don Bosco, sor Runita Galve Borja y don Miguel Ángel García Marcuende, han dirigido una llamada a los jóvenes del Movimiento Juvenil  Salesiano (MJS) y a los/las  Delegados/as y  Coordinadores/as  inspectoriales de la PJ de Europa, invitando a responder a la situación de emergencia de Ucrania con actitudes de paz y con gestos concretos de cercanía y solidaridad.

“Acojamos este tiempo como una llamada de Dios a sentirnos responsables y en solidaridad con cuanto está sucediendo en Ucrania. No podemos estar indiferentes o pensar que no podemos hacer nada o incluso que la situación no nos afecta. De hecho, todo está conectado… y la propia red del Movimiento Juvenil Salesiano incluye a jóvenes de Ucrania y de Rusia”.

Son las palabras de los Consejeros, que en su carta retoman las palabras del Papa Francisco al final de la Audiencia del 23 de febrero para recordar que Dios es “Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no sólo de alguno, que nos quiere hermanos y no enemigos” y acoger la invitación del Santo Padre a hacer del 2 de marzo, miércoles de ceniza, una Jornada de ayuno por la paz.

El tiempo litúrgico de la Cuaresma, “llamada de Dios a volver a Él, pensando y actuando como Él”, es una ocasión para “animar a una consciencia más madura y una respuesta con los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano frente a esta situación”.

A este propósito, sor Runita y don Miguel Ángel proponen iniciativas concretas para cultivar la paz:

  • Intensificar la plegaria personal y en los grupos, invocando de Dios el don de la paz, con momentos de oración, online o en presencia, durante toda la Cuaresma.
  • Organizar encuentros para conocer mejor la situación y sus implicaciones, el contexto histórico y social, y  reflexionar sobre los temas de la paz, de la justicia, de la no violencia, del desarme, del derecho, etc. en diálogo con el Magisterio social de la Iglesia.
  • Valorizar encuentros personales (en presencia o online) con personas implicadas en el drama de esta guerra que dura ya hace años.
  • Organizar y participar en vigilias, manifestaciones, campañas por la paz y por el respeto de los derechos humanos, también utilizando las redes sociales.
  • Cultivar actitudes no violentas y realizar gestos de cercanía, escucha, paciencia, paz y solidaridad en el día a día para que no prevalezca la violencia, el cierre, la sospecha, y se opongan directamente a la cultura de la indiferencia.

Los Consejeros Generales expresan la confianza en los diálogos de los jóvenes y la responsabilidad como educadores/as al acompañarlos:

“Creemos que los jóvenes no han perdido la voluntad de construir una sociedad mejor y el sueño de un mundo en paz, de respeto a la dignidad de cada persona, de justicia, de cuidado de la humanidad y de la tierra, que son derechos para todos.

Como educadores y educadoras sentimos la responsabilidad de acoger este “kairos”, esta  llamada de Dios, para vivir auténticas experiencias de acompañamiento a los jóvenes y las jóvenes a ser ciudadanos globales y responsables de un mundo-casa para todos”.

A María, Reina de la Paz, confían la intercesión a Dios por el don de la paz en los corazones, en las Comunidades Educativas y en el mundo.

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