Sed sal y luz

Roma (Italia). El 6 de junio de 2022 el grupo de las FMA neo-misioneras, en formación en la Comunidad Maria Ausiliatrice de la Casa Generalicia (RCG) de Roma, con la Consejera del Ámbito para las Misiones, sor Ruth del Pilar Mora, y las colaboradoras del Ámbito, vivió en la conclusión del camino una jornada en la Casa de oración San Biagio de Subiaco, de la Inspectoría San Giovanni Bosco (IRO).

La Consejera de las Misiones, con la Lectio Divina ofrecida en el inicio de la jornada, guió la reflexión basada en el texto del Evangelio de Mateo: “Vosotros sois la sal de la tierra, vosotros sois la luz del mundo”  (Mt 5,13-16).

En particular, dijo a las neo-misioneras:

“Somos consagradas por su amor y mandadas a una misión sin fronteras. La característica de la sal y de la luz es su invisibilidad, la sal da vida. Pienso que es hermoso considerarnos  misioneras con esta capacidad de dar vida, de perderla para que muchos puedan vivir y saborear la alegría de mirar el futuro con esperanza.

Cuán ciertas son estas palabras a la luz de lo que el Capítulo General XXIV nos pidió: ser una presencia que genere vida. Pero para generarla estamos llamadas a ser constantemente regeneradas por el encuentro con Él, que transforma la dureza de nuestro corazón en océanos de bondad, que nos da siempre la posibilidad de volver a empezar y de sentirnos habitadas por Su amor, que nos hace encontrar caminos siempre nuevos en cualquier situación y circunstancia”.

Las neo-misioneras, inmersas en el silencio de la naturaleza y en la inmensidad del cielo de San Biagio, pasaron la jornada en la contemplación y en la maravilla de las grandes cosas que Dios ha tejido en cada una de ellas en este año de preparación a la misión ad gentes.

El grupo vivió un momento particularmente intenso después de la oración final de la Celebración Eucarística, en que sor Ruth, llamando por su nombre a cada hermana misionera, comunicó el día de la partida para la misión o para el estudio de la lengua.

La Consejera concluyó augurando un buen camino a las neo-misioneras:

“GRACIAS sor Alessandra, sor Aleth, sor Ana Laura, sor Brohana, sor Bich Huyen, sor Carmen, sor Kelly, sor Marzena, sor Mercy, por cuanto hemos compartido en este año.

A Dios ofrecemos y confiamos ahora vuestra nueva misión en: Argentina, Brasil, Cuba, Etiopía/Sur Sudan/Sudan, Guinea Ecuatorial, Mongolia, Mozambique, Venezuela. ‘Dios os bendiga y os proteja. Haga resplandecer Su rostro sobre vosotras. Dirija hacia vosotras Su mirada  y os dé Su paz (Nm 6,24-26)’.  Buen camino por las calles del mundo, para ser sal y luz de la tierra para todos los jóvenes, para la gente que encontréis”.