Ruvo di Puglia (Italia). La Comunidad Educativa de Ruvo di Puglia, en la Inspectoría Señora del Buen Consejo (IMR) celebra los 90 años de presencia y continúa el camino de reforzar la significación de la obra en el territorio.
Un año de celebraciones por el 90º de historia del Instituto “Sacro Cuore” que ha tenido numerosas citas. La última está prevista para el 16 y el 17 de noviembre de 2019, con el espectáculo “Desde el 1929… un sueño que continúa” a cargo de Annabella Tedone (Kuziba Teatro) y con la participación de oratorianos, animadores, voluntarios, exalumnos.
En esta cita estarán presentes sor Marija Peče, Consejera Visitadora en Visita Canónica a Ruvo, la Inspectora sor Mara Tagliaferri y las Autoridades civiles.
Las FMA de la Comunidad de Ruvo escriben: “La crónica de la comunidad, escrita cotidianamente por una de las hermanas y conservada en el archivo histórico de la casa, cuenta en fecha de 6 de noviembre de 1929, en la primera página, la llegada a Ruvo di Puglia de las primeras Hijas de María Auxiliadora. “El año del Señor 1929, bajo el glorioso pontificado de S.S. Pío XI, rigiendo el estado el Rey Vittorio Emanuele III, la diócesis Su Eccelencia Rev.ma Mons. Andrea Taccone y el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora la Rev.ma Madre Luisa Vaschetti, señala la fecha de fundación del Instituto Socro Cuore en Ruvo de Puglia”.
Gracias a la bienhechora que dona el palacio de familia, la comunidad se establece y nacen inmediatamente actividades extraordinarias para los años 20 como: escuela profesional con el taller de corte y confección, costura, bordado, prendas de punto; post-escuela y escuela para las analfabetas; Oratorio festivo y catecismo. Están presentes todos los elementos más peculiares del Sistema Preventivo, que se puede resumir en el trinomio querido por Don Bosco: alegría, estudio/trabajo y oración.
La educación a la fe, que en la Pedagogía Salesiana se traduce en Educar evangelizando y Evangelizar educando, ha sido siempre un compromiso primario de las FMA y, desde los años 90, se ha explicitado también en el compromiso a formar a los animadores.
La fecundidad vocacional es con toda seguridad el termómetro de la calidad educativa y formativa que tanto el Oratorio como la Escuela y toda la obra salesiana de Ruvo han alcanzado en estos 90 años.
Hoy, a distancia de casi un siglo, el desafío al que las Hijas de María Auxiliadora han entendido responder ha sido reubicarse en el territorio, tanto a nivel educativo como social, para resignificar la presencia del carisma salesiano en Ruvo di Puglia.
Esta respuesta ha hecho que la comunidad esté comprometida en una planificación apoyada por una red muy amplia en el territorio. El criterio prioritario adoptado para este camino es el trabajo en red sobre el territorio.
La Escuela Profesional es hoy el CIOFS/FP Puglia, Centro de Formación y Agencia para el Trabajo acreditados en la Región Puglia, que actúa con recursos humanos competentes y preparados a favor de los adolescentes con necesidad de instrucción, jóvenes a la búsqueda de trabajo y de competencias, mujeres, inmigrantes, desocupados de distintas edades; el post-escuela forma parte del Proyecto Oratorio, llevado por jóvenes y adultos, animadores y voluntarios, que ofrecen competencia y pasión educativa; el Oratorio festivo ha multiplicado las energías para transformarse en Oratorio cotidiano, siguiendo un camino de planificación compartida.
La comunidad FMA del Instituto Sacro Cuore de Ruvo, además de participar activamente en la construcción del Proyecto Ruvo SOLIDale, ha trabajado construyendo y/o potenciando sinergias con Caritas diocesana y ciudadana, Caritas parroquiales, Asesoría a las Políticas Sociales de Ruvo di Puglia, Miembros de la Familia Salesiana de Ruvo, Noi x Voi y otras asociaciones privadas sociales, comprometiéndose de manera privilegiada en la formación de los laicos.
La experiencia del comedor de la ciudad, nacida de una encuesta sobre la pobreza del territorio y puesta en práctica desde octubre de 2016, es la prueba de una voluntad de ponerse en juego y ofrecer un signo de vecindad y proximidad a la gente, como Iglesia en salida. El verdadero milagro observado estos años es el crecer y perseverar de tantos voluntarios. La palabra clave de todo es, seguramente, la formación. La comunidad, en colaboración con los voluntarios y colaboradores laicos, continúa el proceso de rediseño de la obra FMA en Ruvo di Puglia, procurando que sea presencia siempre más significativa en el territorio. Implicar y formar jóvenes y laicos adultos es el camino que se busca recorrer para llegar al objetivo de construir un proyecto socio-educativo en corresponsabilidad, dentro de una Fundación participativa, de próxima constitución.”
