Turín (Italia). Un clima de sencillez y familiaridad caracterizó el encuentro del Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco, Don Ángel Fernández Artime, de la Madre General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Sor Chiara Cazzuola, y de los respectivos Consejos Generales, en la tarde del 22 de diciembre de 2022, en Turín, Valdocco.

Con sentido de gratitud por haber llegado de Roma a la casa de Don Bosco, el Rector Mayor reservó una calurosa acogida a la Madre y a las Consejeras, subrayando la alegría de estar juntos en los lugares de los orígenes, a la sombra de la Auxiliadora. También la Madre agradeció la acogida fraterna y expresó la alegría de sentirse en casa, parte de una gran familia, hijos del mismo Padre.

Tomaron después la palabra sor Runita Borja y don Miguel Ángel García Morcuende, Consejeros para la Pastoral Juvenil, que presentaron el tema a la orden del día – “La animación vocacional como principio inspirador y meta de la Pastoral Juvenil Salesiana” – y gestionaron un espacio de reflexión y de compartir. Estamos en un momento histórico que se debe considerar como una gran oportunidad para promover una cultura vocacional, a través de un cuidado pastoral alimentado con la oración insistente y con el testimonio apasionado de la vocación que Dios da a cada uno/a. Es necesario por tanto estar realmente presentes en medio de los jóvenes, renovar la vida comunitaria y la Comunidad Educativa, insertar la pedagogía vocacional en la práctica educativa pastoral, confiar en el corazón generoso de los jóvenes, creer que Jesús sigue llamando y que los jóvenes tienen sed de Dios.

El compartir alcanzó su más alta expresión en la Celebración Eucarística, dentro de las habitaciones de Don Bosco. El Rector Mayor, en su homilía, recordó que Dios da siempre el máximo de sí mismo porque da a su Hijo. A su ejemplo, hace falta siempre dar lo mejor a Dios y a los jóvenes, sin sentirse los mejores, sino con la conciencia de la propia fragilidad. Es necesario redescubrir el espíritu de pobreza y de santidad de los orígenes, de Valdocco y de Mornese, que son auténticas escuelas vocacionales, caminos hacia la santidad.

El compartir del “Pan celeste” fue seguido de una comida fraterna, que acabó con un intercambio de regalos y de felicitaciones navideñas.