Piamonte (Italia). Del 1° al 28 de julio de 2022, veinte Hijas de María Auxiliadora Junioras de la Conferencia Interinspectorial Medio Oriente – Europa (CIME), de la Visitaduría Maria Madre della Chiesa (RMC) y de otras Inspectorías del mundo, vivieron en Piamonte (Italia), en Turín, Nizza Monferrato (AT) y Mornese (AL), la experiencia formativa del 2º mes del Segundo Noviciado en preparación a los Votos Perpetuos. El mes estuvo animado por sor Paola Casalis, de la Inspectoría Maria Ausiliatrice (IPI), sor Eva Liskutinova, de la Inspectoría Maria Immacolata (CEL), sor Stefania Vivian de la Inspectoría S. Maria D. Mazzarello (ITV).
El relato de las Junioras:
La experiencia del Segundo Noviciado, vivida juntas del 1 al 28 de julio de 2022, nos ha ayudado a hacer memoria del camino recorrido en estos años y, al mismo tiempo, a mirar nuestra vida con ojos nuevos, para continuar acogiendo la novedad de la llamada de Dios. El primer gran don ha sido la riqueza de la fraternidad vivida juntas. Éramos 20 FMA de todas partes del mundo; Timor Este, Ghana, China, Egipto, Siria, Eslovaquia, República Checa, Polonia, Estados Unidos, Canadá, Italia.
Se nos ha dado una gran oportunidad: “subir a la fuente” para “arraigar más profundamente” nuestra vocación en el Evangelio, para que podamos confiarnos con más coraje a Jesús para la salvación de los jóvenes.
Nuestra peregrinación se inició en Turín. Don Enrico Lupano – Salesiano de Don Bosco, Responsable de la acogida de los peregrinos en Valdocco – nos invitó a escuchar las palabras del Espíritu, desempeñando el papel del peregrino, que se deja interpelar por los lugares que visita. Estos últimos, de hecho, se convierten de alguna manera en “tierra santa” ante la cual es necesario “quitarse los zapatos” porque Dios mora en ella.
El tiempo transcurrido en Valdocco, Turín, Colle Don Bosco, Mondonio, Cascina Moglia, Castelnuovo, Chieri y S. Ignazio de Lanzo fue ocasión de enraizar más en profundidad nuestra vocación evangélica y reavivar los motivos para vivir, como hizo don Bosco, la entrega por el Reino en favor de los jóvenes más pobres.
La breve etapa en Gavi y en Génova, de cuyo puerto partieron las primeras misioneras, nos ha ayudado a hacer memoria grata de todas las hermanas que nos han precedido, testimoniándonos la alegría de seguir a Cristo y de entregarnos completamente a Él. Reseguir la vida de Madre Mazzarello y de las primeras hermanas en Nizza y en Mornese nos ha recordado que las fatigas, los sufrimientos y las desilusiones que acompañan cualquier camino no deben hacernos olvidar la meta final hacia la cual todos nos dirigimos: el Paraíso. Esta experiencia estamos llamadas a vivirla ya aquí en la tierra, buscando amarnos mutuamente a imitación de Jesús, manso y humilde de corazón.
En Él pusimos nuestra mirada en la etapa conclusiva de nuestra peregrinación, dejándonos provocar por las meditaciones de don Cristian Besso, SDB, durante la semana de Ejercicios espirituales en el Collegio de Mornese, sobre el tema “Que no se turbe vuestro corazón” (Jn 14, 1) . En la escuela de San Francisco de Sales – figura profundizada por don Cristian – hicimos síntesis de la experiencia vivida juntas, buscando recoger los frutos de la misma.
En las etapas de Nizza y Mornese hemos sido acompañadas por don Carlo Maria Zanotti, sor Paola Cuccioli, sor Elena Massimi y hemos tenido el gozo de tener entre nosotras a la Consejera general de la Formación, sor Nilza Fátima de Moraes.
“[Los lugares salesianos son] un lugar del Evangelio y de los milagros cotidianos. Fuimos allí como alguien que sube un río en busca de la fuente” (Instrumentum laboris CGXXVII SDB).
