Roma, Italia). Del 9 al 12 de febrero de 2023, en Roma, en la sede de la Inspectoría San Giovanni Bosco (IRO), tuvo lugar el encuentro de formación para las Hijas de María Auxiliadora de 7 a 10 años de profesión religiosa, en el que participaron 26 FMA de las siete Inspectorías italianas, acompañadas por sor Mara Tagliaferri, sor Cristina Festa y sor Simona Bisin. El objetivo del encuentro era interrumpir la vida ordinaria, encontrar y releer la experiencia personal y comunitaria del voto de obediencia, para luego poder asumirlo más profundamente en la vida cotidiana.

La narración de las participantes:

La experiencia formativa estuvo precedida por una reflexión personal: a cada una se le pidió identificar una persona o situación concreta que pudiera testimoniar de modo significativo la obediencia en la vida cotidiana y presentarla brevemente. La recogida de fotos, textos y videos dio vida a una exposición que permitió a cada una escuchar de inmediato la realidad concreta e inició un profundo compartir, facilitado por el conocimiento mutuo y por el clima de fraternidad y sencillez que caracterizó las jornadas.

También fueron significativos algunos lugares elegidos para la oración – la Basílica del Sagrado Corazón, la Basílica de Santa María Mayor, la Basílica de San Pedro – que nos invitaron a volver al corazón, al origen de nuestra elección y a renovar nuestro amor a Cristo, a María, mujer obediente y Auxiliadora en la fe, a la Iglesia y al Papa.

No faltó después el encuentro directo con la escucha de testimonios autorizados: Don Fabio Rosini, biblista, la Comunidad Nuevos Horizontes – fundada por Chiara Amirante para llevar esperanza a quienes viven en situaciones de dificultad social – y la Madre General del Instituto FMA, Sor Chiara Cazzuola. Todos nos hablaron en primer lugar con su vida y también nos provocaron con algunas preguntas.

Don Rosini, hablando de las vocaciones, nos preguntó: “Según vosotras ¿falta el pescado o falta el agua? ¿Faltan las vocaciones o falta la Iglesia? ¿Faltan vocaciones o faltan Salesianas?”. Y “¿Qué significa hoy obedecer al Carisma salesiano? ¿Qué es constitutivo y esencial?”. Así, nos llevó a reflexionar y clarificar prioridades y metas, recordándonos que “las prioridades son más importantes que los proyectos, porque para un cristiano es la meta última la que lo decide todo, y quien desobedece a sus prioridades para responder a las emergencias es un insensato”.

Finalmente, nos invitó a ser quienes somos, a conocer y respetar nuestro ADN, a vivir en primer lugar la obediencia a la realidad y a la historia, respetando las leyes y los límites de nuestro cuerpo y lo que es esencial para vivir una vida consagrada y salesiana; luego nos exhortó a vivir la obediencia filial, aquella que cree en el amor del Padre, que sólo a Dios obedece, y que por su naturaleza no es impositiva  sino exhortativa, porque pide ser amada, desposada, encarnada.

Nuestra identidad salesiana nos ha sido restituida espontáneamente por un miembro de la Comunidad Nuevos Horizontes de Frosinone: “Vosotras salesianas y salesianos sois los que generan la casa, los que generan ese clima de familia que os distingue con una personalidad amable y cordial”.

Madre Clara, que dedicó mucho tiempo a nuestras preguntas dialogando con nosotras de manera sencilla, sincera y fraterna, a las FMA nos renovó la invitación a ser Comunidades generadoras de vida, o comunidades de mujeres que sean madres.

A ella le pedimos que nos indicara cinco prioridades para vivir el carisma independientemente del contexto geográfico-cultural que reportamos: la misión compartida; el Da mihi animas caetera tolle vivido al pie de la letra; la fe entendida como confianza y entrega total de sí al Señor; la oración, que es Palabra y Pan de cada día, oración personal y comunitaria, entrelazada con momentos personales de contacto con Jesús eucarístico; en el corazón encontramos a Jesús mismo – “no anteponer nada al amor de Cristo” decía san Benito – nuestro todo, o más bien la motivación profunda de nuestra vocación.

De estos hermosos días vividos con intensidad y en fraternidad, hemos vuelto a casa con una certeza: la obediencia, como la educación, es cosa del corazón.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.