Roma (Italia). Del 5 al 26 de julio de 2024 en Roma, en la Casa de las Hermanas Franciscanas Angelinas, tuvo lugar la experiencia del 1er mes del segundo noviciado en preparación a los votos perpetuos para 12 Hijas junioras de María Auxiliadora. Acompañadas por sor Anna Trotti, FMA, las junioras vinieron de América del Norte, África y Europa.
La formación se desarrolló en diferentes momentos: desde conferencias con el P. Marco Panero, SDB, y otros ponentes, pasando por peregrinaciones a Roma, a lugares marianos y salesianos, hasta encuentros para compartir la experiencia de FMA de todo el mundo. Fundamental para la experiencia fue el compartir la vida fraterna entre las jóvenes FMA, hecha de cotidianidad, oración, fraternidad, momentos de juego y recreo.
Los temas abordados fueron: la experiencia de Elías y su crisis, la unidad vocacional, la vida fraterna, los votos de castidad, pobreza y obediencia, el acompañamiento de los jóvenes y el rito de la profesión perpetua.
Además de las percepciones muy enriquecedoras, se apreciaron los momentos de oración comunitaria y personal, muy precisos, así como el compartir en grupos lo vivido.
Los encuentros con las Consejeras Generales del Instituto FMA fueron estimulantes y emocionantes: Sor Nilza Fátima de Moraes, Consejera para la Formación; Sor María del Rosario García Ribas, Vicaria General; Sor Ruth del Pilar Mora, Consejera para las Misiones; Sor Maria Ausilia de Siena, Consejera para la Comunicación.
El momento más esperado y emotivo fue el encuentro con Madre Chiara Cazzuola, acompañada por Sor Paola Battagliola, Consejera Visitadora. A través de un momento de juego, conocimiento y diálogo en un ambiente familiar, cada uno pudo compartir con la Madre sus preguntas, inquietudes y sueños. Su aliento para continuar el camino con fidelidad y alegría fue fuerte.
Al final de estas jornadas, se les brindó la oportunidad de vivir una jornada de desierto y oración en la que cada uno tuvo la oportunidad de hacer síntesis, para que la experiencia sea de estímulo y ayuda para el nuevo año pastoral y escolar, marcado por la preparación más inmediata para su donación total en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Las junioras y las comunidades que las acompañan se confían a la oración de todos.
