Corteno Golgi (Italia).El 25 de agosto de 2024, en el 55º aniversario del nacimiento al cielo de la Beata María Troncatti, FMA, la comunidad parroquial, los familiares de la Beata y las Hijas de María Auxiliadora se reunieron en la parroquia de Santa María Assunta en Corteno Golgi (Brescia) para dar gracias al Señor por haber dado esta gran mujer y misionera al Instituto y a la Iglesia, un gigante en su infinita humildad.
A la alegría de la familia de Sor María y de los fieles de Corteno se unieron don Erino Leoni, Vicario de los Salesianos de Don Bosco de la Inspectoría de la Lombardía-Emiliana San Carlos Borromeo (ILE) y numerosas FMA, entre ellas sor María Luisa Nicastro, secretaria general del Instituto FMA, sor Ruth del Pilar Mora, Consejera General para las Misiones, sor Francesca Caggiano, Vicepostuladora de las causas del Instituto, sor Stefania Saccuman, Inspectora de la Inspectoría Lombarda Sagrada Familia (OIT), sor Marisa Canobbio, Vicaria inspectorial y sor Jessica Salvaña, superiora de la Visitaduría María Madre de la Iglesia (RMC).
Corteno Golgi, una aldea de dos mil habitantes en Val Camonica, en la provincia de Brescia, fue el lugar de nacimiento de grandes personalidades como Camillo Golgi, científico y Premio Nobel, Pietro Chiodi, importante filósofo del siglo pasado, y Sor María Troncatti, FMA apasionada por las almas, ardiente misionera en la selva ecuatoriana, mártir de la paz entre los pueblos Shuar y los colonos.
La mañana comenzó con una breve presentación de la casa natal de Sor María Troncatti, sostenida por una de sus bisnietas, al final de la cual la asamblea se reunió en la iglesia parroquial para la celebración de la Santa Misa presidida por el P. Erino Leoni, concelebrada por el P. Lino Zani, misionero, colaborador de la Parroquia y acompañada con el órgano por el párroco, Don Mauro Zambetti.
Al saludar a los presentes antes de la celebración, Sor María Luisa Nicastro destacó de sor María Troncatti, los dones de cuidado por la persona en su totalidad: “Queremos que estos gestos de cuidado que ella ejerció hacia los pobres, hacia los pequeños de cualquier etnia y nacionalidad, hasta el don de la vida, también estén presentes en nuestras vidas y hoy pedimos por intercesión de Sor María Troncatti el don de curar nuestras heridas, nuestros sufrimientos, los sufrimientos del mundo, con la certeza de que, por su intercesión, podremos caminar en paz hacia el cielo”.
En su homilía, el P. Erino Leoni consideró en paralelo las lecturas del día y la vida de Sor María Troncatti, destacando los rasgos más significativos: “En la Eucaristía, Cristo Jesús que se da a sí mismo como pan, es escandaloso. Una vida eucarística, principalmente eucarística, es una vida escandalosa, como la de sor Troncatti“.
“María Troncatti, delante de su hermana Caterina, dice: ‘Quiero ser religiosa y misionera’. (…) ¿Por qué una niña llega a decirle esto a su hermana? Solo por una razón: porque está segura de que ha visto las señales de su presencia. Uno no deja algo seguro, tan seguro como esta tierra bendita, como su familia que amaba con toda su alma, como un padre que se desmaya al verla partir. ¿Por qué una chica tan joven, sin saber lo que le esperaba, deja todo?”.
El P. Erino definió a Sor María como una mujer que “tuvo la experiencia de un encuentro. María puede decir con certeza que pertenece a Dios porque ha visto los signos de su presencia”. Al ver los signos de la presencia de Dios en su vida, pudo convertirse en un signo de su presencia entre los pueblos Shuar, entre los cuales gastó con alegría todas sus energías, vendando las heridas de sus cuerpos y las de sus almas como un buen samaritano.
Al final de su homilía, recordó la fe firme de la beata a través del relato del episodio de la curación del joven Augusto y comentó lo siguiente: “Los milagros se realizan a través de la mediación de manos que creen, bocas que oran, corazones que adhieren al Misterio. Sor María Troncatti nos enseña hoy esta fe”. (texto completo)
Al final de la celebración eucarística, Sor Francesca Caggiano y el Sr. Giuseppino Lippi, alcalde de Corteno, tomaron la palabra para expresar su gratitud y saludar a los presentes.
“¿Cuáles son los rasgos de este territorio, de esta parroquia que Sor María ha tomado y llevado adelante? ¿Cómo ha penetrado el Señor en el alma de sor María Troncatti? Sor Francesca destacó el impacto que tuvo en sor María el paisaje montañoso y la educación que recibió para la elección de Dios y la misión:
“Ciertamente aprendió la fe en las rodillas de su madre y de su padre, de esta familia que la acompañó y la dirigió en el camino de la fe. Sor María miró hacia arriba, porque no se puede dejar de mirar las montañas, así que es como si hubiera aprendido que en la vida había que mirar al Señor. El rasgo del espíritu misionero nació en la escuela, con el profesor que le hacía leer el Boletín Salesiano, y mientras lo leía tenía una mirada particular hacia las misiones, Ecuador y América Latina. Piensen en cómo esa semilla de espíritu misionero se convirtió en un gran árbol. La santidad es el rostro más bello de la Iglesia, por eso debemos colaborar para que este rostro de Sor María Troncatti sea cada vez más resplandeciente en el territorio y en la Iglesia”.
En sus palabras , el alcalde enfatizó el segundo nombre de la beata: ” Maria Benvenuta (Bienvenida), como si fuera una embajadora del inescrutable plan divino. El nombre ya realizó el primer milagro. Vuestra presencia y vuestro acto, queridas hermanas, testimonian cómo la fe y el Espíritu Santo son capaces de estimular, en cada uno de nosotros, las buenas intenciones y, en consecuencia, las buenas obras. La vida de Sor María Benvenuta es el testimonio tangible de lo que todos podríamos imaginar o al menos proponernos hacer. Hoy, celebrar el regreso al cielo, o a la vida nueva, de nuestra querida Beata María Benvenuta, es una hermosa oportunidad que ella misma nos concede, para conocer y apreciar mejor nuestra capacidad de interactuar. Su ejemplo de activa misionariedad ciertamente interpela nuestras conciencias, aunque sólo sea para evitar su eclipse, y para estimular en cada uno de nosotros, el deseo de ponerse a prueba a través de acciones incisivas de solidaridad. Esta figura emblemática que emprendió su camino misionero hace 100 años, ha demostrado con su vida, el poder de la acción cotidiana virtuosa”.
La fiesta continuó en el espíritu de familia, con refrigerios ofrecidos por los parientes de Sor María y los feligreses de Corteno en el bar del oratorio “Beata María Troncatti”, felices de tener entre ellos a tantas Hijas de María Auxiliadora.
Que la beata María Troncatti, de quien se espera que pronto pueda contarse entre los santos de la Familia Salesiana, siga intercediendo ante el Padre, escuchando las oraciones de tantos enfermos que la invocan con fe, que conceda al Instituto la gracia de tantas santas vocaciones misioneras y la paz mundial, tan necesaria en estos tiempos de conflicto y tensión.