Roma (Italia). En el mes de noviembre de 2021, las Hijas de María Auxiliadora de la Inspectoría romana San Giovanni Bosco (IRO) han participado en el momento de la transmisión del Capítulo General 24º. A lo largo de cuatro encuentros – dos en la Casa Inspectorial de Roma, dos en Cerdeña, en Macomer y Cagliari – la Inspectora, sor Gabriella Garofoli, y la Delegada, sor Antonella Cangiano, han compartido la experiencia “transformadora” vivida en Roma del 17 de septiembre al 24 de octubre de 2021, con el Capítulo General XXIV del Instituto FMA.

Con sencillez y claridad, han contado los preparativos y los días iniciales del conocimiento, comprometidas en la “empresa” de aprender los nombres de todas las participantes, en el clima de fraternidad y de familia que en seguida se creó, a pesar de las dificultades lingüísticas y la procedencia de 97 Países, con muchas culturas distintas.

Al describir las fases del discernimiento, han compartido la fuerte experiencia del Espíritu Santo que ha llevado a las elecciones de la Madre General y de las Consejeras. Para favorecer un conocimiento más profundo y hacer mayormente partícipes de la atmósfera, han mostrado imágenes y vídeo con los testimonios de algunas Capitulares y han comunicado las líneas guía del camino del Instituto FMA para el próximo sexenio.

En cada una de las distintas ocasiones de transmisión, las hermanas reunidas han acogido con entusiasmo y alegría las informaciones recibidas y el relato de las diversas etapas en que se ha desarrollado el Capítulo. El encuentro ha sido ocasión de conocer mejor el nuevo Consejo General y apreciar, una vez más, la grandiosidad y la universalidad del Instituto FMA, que en todo el mundo continúa siendo un don de Dios a la Iglesia y a las/los jóvenes de todas las culturas, etnias y religiones.

El cuidado de los detalles en la preparación del ambiente y en la narración, ha favorecido el clima de escucha, oración y compartición, mediante el cual cada FMA ha podido expresar las propias impresiones sobre la experiencia capitular, así como la ha percibido y vivido estando en Comunidad, mediante las redes sociales y las noticias que llegaban de la Casa Generalicia de Roma.

Al final de cada transmisión, sor Gabriella ha entregado a las Directoras el “vino de las bodas de Caná”, exhortando a las hermanas a vivir juntas como “comunidades generativas”, siempre bajo la guía del Espíritu Santo. El brindis final, en la alegría de la fiesta, ha sido signo de un corazón colmado de agradecimiento por el gran don que el Instituto es para cada FMA y que es cada una para las demás.

Fuente: fmairo

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