Roma (Italia). La Madre General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Sor Chiara Cazzuola, en la apertura de la Circular n°1032, expresa el agradecimiento al Señor por la creación a Cardenal Rector Mayor Don Ángel Fernández Artime – 30 de septiembre de 2023 en Roma en Piazza San Pedro durante el Consistorio -, por la confianza del Papa en Don Ángel y en el carisma salesiano, y asegura la oración por su nueva misión “sabiendo que, en cualquier caso, lo encontraremos todavía junto a nosotras, como buen pastor, en el amor de predilección por los jóvenes, los pobres, las familias y, en particular, la vida consagrada”.
Vivir la comunión
Recordando el gran acontecimiento eclesial en curso – los trabajos de la XVI Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos – la Madre recuerda que, como dijo el Papa Francisco, se trata de “una experiencia de gracia en la que el protagonista es el Espíritu Santo, que tiene la fuerza de componer todas las diferencias en la armonía de una sola voz”, de una Iglesia en la que cada comunidad cristiana, cada persona, a pesar de sus peculiaridades, está en función de la unidad armónica de la “sinfonía”.
Desde esta perspectiva, para una realización eficaz del Sínodo, ve en la comunión, “que da fecundidad a la misión y nos hace capaces en nuestra vida cotidiana de discernir, escucharnos, dialogar y caminar juntos”, la contribución más preciosa como Hijas de María Auxiliadora e insta a las Comunidades a crear y mantener una circulación de vida, “una experiencia de verdadera comunión y no sólo de reunirse para trabajar”.
“Estamos juntas por una misteriosa llamada de amor, por una misión compartida, para implementar en la Iglesia un proyecto de educación integral al que cada una de nosotras contribuya, dando lo mejor de nosotras mismas”, dice refiriéndose al art.º 49 de las Constituciones del Instituto FMA.
Mirando la situación actual del mundo “sacudido por las guerras, la violencia y la sed de dominación”, la Madre subraya la urgencia de “educarnos y educar para una convivencia en la que podamos experimentar la auténtica fraternidad, la reciprocidad, exigencias indispensables para construir juntos la paz”.
Corazones ardientes, pies en camino
Además de ser el mes del Rosario, a través del cual es posible invocar sobre la humanidad el don de la paz -una “realidad tan frágil, tan amenazada hoy y, por tanto, tan necesaria y esperada” -, octubre es también el mes dedicado a las misiones en el que estamos llamadas a orar, para que el mensaje evangélico llegue hasta los confines de la tierra, y también a renovarnos “en el espíritu misionero como dimensión esencial de la vida cristiana y salesiana”. En este sentido, la Madre nos invita a releer el primer sueño misionero de Don Bosco, que atribuye el éxito de la misión salesiana al rezo del Rosario (cf. MB X, págs. 53-55).
“Jesús confía a todos, también hoy, el mandato de evangelizar el mundo al que pertenecemos y en el que vivimos”, afirma Madre Chiara, retomando el Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones 2023, que describe el itinerario transformador vivido por los discípulos de Emaús (cf. Lucas 24:13-35).
La experiencia de los dos discípulos sigue siendo paradigmática para alcanzar la comunión diaria con Jesús, que nos hace misioneros: “Éste es el momento importante también para nuestra naturaleza misionera: cuando descubrimos y redescubrimos la presencia viva de Jesús en nosotros, no podemos prescindir de anunciarlo y compartir la alegría de su presencia”.
Ésta es también la experiencia de Madre Mazzarello y de muchas Hijas de María Auxiliadora que “tuvieron la gracia de experimentar de manera singular en sus corazones la presencia viva de Jesús Eucaristía, como la Sierva de Dios Madre Rosetta Marchese (1922-1922). 1984)”. Y es, recuerda la Madre, “una experiencia que nos caracteriza como educadoras salesianas y que debe transmitirse sobre todo a los jóvenes y al mundo como don carismático, junto con el amor filial a María Auxiliadora. La misión, fruto de un camino transformador, es la vocación de cada bautizado, de todas y de cada una.
La historia del Instituto ha sido desde el principio una historia misionera, escrita por ‘corazones ardientes y pies en movimiento ‘camino’, por hermanas que supieron vivir en comunión con Dios y entre sí, involucrando por atracción a muchos jóvenes y adultos en el misión”.
Misionero y futuro
El espíritu misionero, “expresión de la pasión apostólica de Don Bosco y de Madre Mazzarello”, que ” ha seguido distinguiendo al Instituto a lo largo de su historia”, es un aspecto que, como Instituto, sentimos la necesidad de profundizar.
Signos de vitalidad y fecundidad misionera, que denotan que “el carisma es un don del Espíritu Santo y su acción no puede ser aprisionada”, son la generosidad de las personas y de las Inspectorías, gracias a la cual el Instituto sigue ampliando su presencia carismática más allá de sus fronteras geográficas; las numerosas peticiones para contar con la presencia de las Hijas de María Auxiliadora, especialmente donde hay necesidades educativas siempre nuevas y urgentes; y comunidades educativas abiertas a la valorización del diálogo intergeneracional, intercultural e interreligioso.
Madre Chiara se centra en particular en los aspectos de la internacionalidad y la interculturalidad, “dimensiones que hay que redescubrir, valorar y vivir con más convicción y apertura valiente en nuestras comunidades”.
Estas dimensiones, que han caracterizado al Instituto desde sus orígenes, son hoy opciones encaminadas a preservar y desarrollar el carisma educativo del Instituto, así como la formación de comunidades internacionales e interculturales. “La actual comunidad de Mornese, con su nueva cara internacional – explica la Madre – es, por ejemplo, un signo de lo que el Instituto promueve también en muchos otros lugares. Resignificar nuestra presencia requiere formar hermanas y comunidades en apertura eclesial, intercultural e intercongregacional con un fuerte impulso misionero en el espíritu del carisma que nos han entregado los Fundadores”.
La Circular finaliza con algunas notas eclesiales: la publicación de la Exhortación Apostólica Laudate Deum por el Papa Francisco, con la invitación a leerla, como una preciosa contribución que la Madre considera “de valor profético”; el momento de formación y oración En el círculo de Santidad FMA – proposto dalla Segreteria Generale per il 30 ottobre 2023 – per sentire la presenza, l’efficacia dell’intercessione, delle sorelle in cammino verso la canonizzazione e per farne conoscere l’attualità.
Para concluir, Madre Chiara felicita a Madre Yvonne Reungoat, por su nombramiento como Experta y Facilitadora en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, “un gesto que la honra a ella y, en ella, a todo el Instituto” y, al tiempo que le agradece la disponibilidad, le asegura, por parte de todas las FMA, “la oración, la cercanía afectuosa y el compromiso de seguir, poco a poco, la marcha de los trabajos sinodales. Lo ideal es que entremos con ella cada día en el Aula Pablo VI para ‘escuchar’ lo que el Espíritu Santo sugiere, como en un ‘nuevo Pentecostés’, en este momento significativo para la vida de la Iglesia”.
