Roma (Italia). El 14 de noviembre de 2023 se cumple el 146 aniversario de la 1ª expedición misionera de las Hijas de María Auxiliadora, que partió del puerto de Génova a América el 14 de noviembre de 1877. Junto con don Giacomo Costamagna y otros Salesianos de Don Bosco. Se embarcaron aquel día sor Angela Vallese (23 años), sor Giovanna Borgna (17 años), sor Angela Cassulo (25 años), sor Angela Denegri  (17 años), sor Teresa Gedda (24 años), sor Teresina Mazzarello (17 años).

La Superiora General del Instituto FMA, Madre Chiara Cazzuola, que hace poco regresó de Uruguay, donde realizó los Ejercicios espirituales con las Inspectoras de América, organizados por el equipo del Proyecto de Espiritualidad Misionera (PEM) en la primera Casa de las FMA en Villa Colon, Montevideo, en una Buenas noches a la Comunidad María Auxiliadora de Casa Generalicia (RCG) y a las FMA participantes en el XXV Curso de Formación Permanente en Pastoral Misionera, cuenta:

“De las seis hermanas que partieron en esa primera expedición, tres tenían diecisiete años. Una había hecho la vestisión y la profesión el mismo día, para poder partir. Hablamos de otra época y de otro siglo, pero es muy interesante repensar en nuestra historia.

Quisiera más bien poner el acento en la presencia de la Auxiliadora, que en este viaje a Uruguay estuvo muy presente, a través de dos pilares: don Costamagna y don Cagliero. Las hermanas de Mornese dicen que en un momento determinado desaparece el cuadro de María Auxiliadora. Piensan que don Costamagna, en los días anteriores a la partida, lo llevó consigo para consolarse del dolor de la separación de Madre Mazzarello. En cambio, él lo lleva consigo y se lo encomienda a sor Teresa Mazzarello, diciéndole que no lo entregue a nadie hasta llegar a América. Este es el cuadro que actualmente se encuentra en Buenos Aires, en Argentina.

Al mismo tiempo, don Cagliero llega a Mornese con el cuadro de la Auxiliadora con el niño que sonríe y dice: “Lo robé en la sacristía de Valdocco”. En efecto era una broma: él lo había tomado, pero lo llevó a Don Bosco para bendecirlo.

Este cuadro es milagroso, porque el pintor que lo estaba haciendo se enfermó de los ojos y estaba quedando ciego. Él va donde Don Bosco con el cuadro sin terminar. Don Bosco toma su mano, le ayuda, bendice al pintor, invoca a María Auxiliadora y el pintor se sana, puede continuar pintando y termina esta hermosa Virgen que actualmente está en la Capilla de Villa Colón en Uruguay.

El Niño es una ‘especialidad’, realmente te hace sonreír solo al mirarlo. Lo dice también la Crónica: ‘¡Es un cuadro milagroso: da alegría solo al verlo!’. Y Don Bosco dice: ‘Llevadlo, y que la Virgen os bendiga y os acompañe en el largo viaje’ (Cronohistoria 2, p. 288).

Delante de este cuadro las misioneras lloran, sufren, rezan, esperan… Hace unos años, cuando en Montevideo, justo en nuestra casa, hubo una gran inundación (23 de junio de 2020). El agua se llevó el portón, imagínense la fuerza del agua. Se llevó todo, levantó el suelo y cuando llegó a la capilla, hizo un desastre, pero se detuvo un milímetro debajo del cuadro de la Auxiliadora,  y este no fue tocado en absoluto por el agua. Tuvieron que botar todo pues nada se podía utilizar. El Instituto ayudó en la restauración de la casa y ahora está bien arreglada. Sor Angela Marzorati ha colaborado en esta reestructuración para que se mantuviera fiel a su origen, fiel al relato de esta ‘casita’ que tenía dos plantas, una subterránea. Las hermanas vivían abajo, tenían la bodega, hacían el vino para venderlo, porque no tenían qué comer…

Estos hechos nos envían a nuestra misionariedad, que nos pertenece a todas, y esto es ser fieles al da mihi animas cetera tolle y el ‘A ti te las confío’ entregado a Madre Mazzarello – que hoy sigue resonando en nosotras.

Todas estamos invitadas a hacer este camino de renovación de nuestra vocación, un llamado que el Señor nos hace cada día para que podamos de verdad renovarnos y ‘reavivar el fuego’ del que habla Madre Mazzarello en la Carta 27.

El Niño tiene los brazos abiertos: nos acoge y nos sonríe, solo debemos dejarnos acoger y recibir su sonrisa, la Virgen nos acompaña y está siempre con nosotras, como luz y como auxilio potente”.

Video con foto de la época

4 COMENTARIOS

  1. Gracias por la cronica de la 1ra expedición misionera… Sea para noi un empuje misionero de trabajar con corage en la Vina Del Senor con El corazon de D. Bosco y de M. Mazzarello… FELIZ 146…bendiciones Sor Aida

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