Padua (Italia).  El 28 de junio de 2022 en Padua, en la Iglesia de la Santísima Virgen María Inmaculada, se tuvo la plegaria ecuménica “Morir de esperanza”, en memoria de cuantos pierden la vida en los viajes a Europa, presidida por don Luca Facco, Vicario episcopal para las relaciones con el territorio de la Diócesis de Padua.

La iniciativa fue promovida por la Comunidad de Sant’Egidio en colaboración con la Oficina de Migrantes diocesana, la Iglesia Metodista de Padua, la Parroquia Ortodoxa Rumana de los Apóstoles San Pedro y San Pablo y algunas Asociaciones que trabajan con migrantes, incluyendo VIDES Veneto, la Asociación de voluntariado promovida por el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado – que se celebrará el 25 de septiembre de 2022 – las FMA, con el VIDES Veneto, colaboran cada año en la organización de esta oración con la Comunidad de Sant’Egidio presente en Padua.

En la vigilia de plegaria participaron cerca de cien personas, entre las cuales familias provenientes de Ucrania, con los niños. En particular, se rezó por los 3200 prófugos que, de enero de 2021 a junio de 2022,  perdieron la vida en el Mediterráneo y a lo largo de las rutas terrestres, tratando de llegar a Europa en busca de un futuro mejor. Por cada grupo de nombres leídos, se encendió una vela y se leyó una oración especial.

Se hizo memoria de los más de 62.390 muertos dispersos del 1990 al 2022, en la tentativa de llegar a Europa. De éstos, desde el 2015, al menos 21000 perdieron la vida. Junto a cuantos murieron en otros continentes, fueron recordados en la plegaria todos aquellos cuyos nombres y cuyas historias están en el corazón de Dios, incluso los desconocidos para los hombres. La oración por los migrantes, en efecto, hace sentir hermano/hermana particularmente de quienes mueren sin un nombre, ignorado de todos, por lo cual sale espontáneo elevar para ellos el pensamiento a Dios, Padre de todos.

Al termine, a ciascun partecipante è stato consegnato un fiore, come simbolo della vita, fragile e bella, sempre amata dal Signore, per ricordarsi che, anche nel dolore e nella sofferenza, la vita rinasce e risorge. La memoria di quanti hanno perso la vita nei viaggi della speranza apra i cuori all’amore e alla responsabilità nel costruire una società più accogliente e solidale con tutti.

Al final, a cada participante se le entregó una flor, como símbolo de la vida, frágil y bella, siempre amada por el Señor, para recordar que, aún en el dolor y en el sufrimiento, la vida renace y resurge. La memoria de cuantos perdieron la vida en los viajes de la esperanza abra los corazones al amor y a la responsabilidad para construir una sociedad más acogedora y solidaria con todos.

Oración por los migrantes

Oh, Señor,
como ovejas sin pastor van al encuentro de una patria.
Son asediados por lobos, por falsos pastores mercenarios.
No pueden avanzar y no pueden retroceder, entre paredes,
alambres de púas y perros, miradas despiadadas y violencia.
No tienen padre ni madre, no tienen patria ni hogar.
Ven a su rescate, tú, Pastor de Israel,
guía a tu gente en los peligros del mar y el desierto.
Despierta guías en la oscuridad y edredones en el camino.
Abre las puertas y las paredes, los corazones y los brazos.
De un mundo hostil e inhóspito.
Tú, pastor de Israel, escucha nuestra oración
y sus gritos de dolor.

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