Roma (Italia). El 5 de diciembre de 2023 se celebra el Día Internacional del Voluntariado, instituido por la Asamblea de las Naciones Unidas en 1985, para reconocer y promover el trabajo de los voluntarios de todo el mundo que – individualmente o a través de la comunidad, organizaciones, asociaciones – están comprometidos en hacer frente a los desafíos urgentes para el desarrollo de los pueblos y para el bien común.

“La fuerza de la acción colectiva: si todos lo hicieran” (The power of collective action: if everyone did) es el tema elegido por la ONU para 2023, para subrayar que, si todos hicieran voluntariado, el mundo sería un lugar mejor. “Imaginen más de ocho mil millones de personas haciendo voluntariado. Infinitas posibilidades para el desarrollo sostenible: alimentos y educación para todos, medio ambiente limpio y buena salud, sociedad inclusiva, pacífica y mucho más. El voluntariado es un enorme recurso renovable para resolver problemas sociales, económicos y ambientales en todo el mundo. Cuando el mundo se enfrenta a desafíos cada vez mayores, los voluntarios suelen ser los primeros en ayudar. Los voluntarios están en primera línea en las crisis y emergencias, a menudo en situaciones muy difíciles”, se lee en la motivación.

Para las Asociaciones VIDES (Voluntariado Internacional Mujer Educación Desarrollo), y Fundación Voluntariado Jóvenes y Solidaridad Onlus (FVGS), que siguiendo las huellas del VIDES Internacional sostienen las Misiones FMA en el mundo, la Jornada adquiere un importante significado. De hecho, ambas creen profundamente en el valor del voluntariado en el estilo salesiano para educar a los jóvenes a actuar como ciudadanos responsables y participativos en la construcción de una sociedad al servicio de la dignidad de cada persona.

Como escribe el Papa Francisco en el libro “Yo cuidaré de ti”, “El voluntariado es el esfuerzo de salir para ayudar a otros. No hay voluntarios de escritorio y no hay voluntarios de televisión. El voluntariado está siempre en salida, el corazón abierto, la mano extendida, las piernas listas para andar. Salir para encontrarse y salir para dar”.

Así, el VIDES Internacional y la FVGS promueven el voluntariado juvenil en el mundo, conscientes del rol primordial que el voluntario puede desempeñar en una sociedad cada vez más frágil y llena de individualismo, con el objetivo de construir un futuro más justo e inclusivo para todos.

Impulsados por las enseñanzas de Don Bosco, nunca han dejado de creer y dar confianza a los jóvenes, que siempre saben encontrar inéditas modalidades para dar respuestas de solidaridad y llevar fraternidad a las periferias. Cientos son los voluntarios que desde su nacimiento en 1987 han trabajado a través de la guía del VIDES Internacional, llevando su amor y entusiasmo a las Misiones FMA presentes en el mundo.

Al mismo tiempo, la FVGS, a través de los proyectos del Servicio Civil Universal, envía jóvenes voluntarios al extranjero, actualmente 19: cuatro en Costa Rica, cuatro en República Dominicana, dos en Ecuador, tres en Brasil y seis en Madagascar.

A través de las experiencias de voluntariado, los jóvenes aprenden a mirar el mundo con ojos diversos, a comprender realidades complejas y a entender concretamente el significado de la palabra solidaridad.

Como afirma Lorenzo (voluntario en Madagascar):“La profundidad humana que encuentras te sorprende, nunca la habías visto antes. A veces te sientes parte de un engranaje extremadamente complejo, pero muy a menudo no. Con el tiempo entiendes que tu presencia no es necesaria, el engranaje funcionaría incluso sin ti. El pensamiento egocéntrico del ser indispensable deja de existir y te das cuenta de que en realidad el objetivo no es cambiar la vida de la gente o incluso pensar que tu presencia puede mejorarla.

Los roles se invierten, no son ellos los que necesitan tu modelo de vida, sino que eres tú quien aprende de ellos. El objetivo es estar allí, el objetivo es comenzar con la profunda motivación que te llevó lejos de casa. Los objetivos son establecer relaciones con los niños, con los adultos, con las personas. Ofrecer tu tiempo es quizás uno de los mayores objetivos de esta experiencia”.

Al mismo tiempo, los jóvenes tienen la capacidad de descifrar la complejidad de una experiencia de voluntariado como lo demuestran las palabras de Elena (voluntaria en la República Dominicana): “hay una belleza intrínseca en todo esto y está hecha de resiliencia, fe y esperanza. Cada día nos levantamos y damos gracias a Dios por un día más de vida y nos abandonamos. Y yo me doy cuenta de que es precisamente este absurdo encuentro de lo común con el amor que hace saltar un hechizo que – espero – me cambiará para siempre: me despojo de cada superestructura, de cada capa falsa. El corazón está más expuesto, siento las emociones más vivas, me siento más fácilmente yo misma, trato las cosas por lo que son, y también las personas”.

Los voluntarios se convierten así en semillas de esperanza para un futuro diferente, en el que todos puedan comprometerse en la construcción de una sociedad más equitativa, en la que todos vean reconocidos sus derechos.

¡El deseo para todos los jóvenes, en esta jornada, es convertirse en “surfistas del amor” – como definió el Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud – y “montar las olas de la caridad”!

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