Al rezar el Rosario, contemplar con María el rostro de Cristo – Circular nº 1027

Roma (Italia). En preparación al mes de mayo, dedicado a María, la Madre General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Sor Chiara Cazzuola, en la Circular n. 1027 comparte una reflexión sobre la presencia de María en la vida de las FMA y en la historia del Instituto, y sobre la importancia carismática del rezo del Rosario:

La referencia mariana, precioso legado de los Fundadores, ilumina nuestra identidad de Hijas de María Auxiliadora. No se trata de una simple devoción, sino de una presencia de la que deriva un claro enfoque de la vida, en estrecha relación con la misión educativa: “ser como sus ‘ayudantes’, especialmente entre los jóvenes” (C 4); “Nosotras sentimos a María presente en nuestra vida y nos encomendamos totalmente a ella” (C 4).

Recurriendo a las fuentes, la Madre subraya la presencia y el papel de la Virgen en la vida de Don Bosco y de Madre Mazzarello para su crecimiento espiritual y apostólico y la elección, para sus hijos e hijas, de indicarla como modelo luminoso de donación a Dios y a los demás y de entrega en una acción apostólica que genera vida y esperanza para todos, especialmente para los jóvenes y las jóvenes a ellos confiados.

Recordando los artículos de las Constituciones, precisa luego el estilo de la oración mariana y el valor eclesial y carismático del Rosario diario, expresión clara de nuestra llamada a estar en la Iglesia, con María y como María, “signo y expresión del amor preventivo de Dios” por los jóvenes (cf C 1).

Redescubrir el rezo del Rosario

Aunque se trata de una forma de oración fomentada por el Papa Francisco y sus predecesores, en la que “el pueblo de Dios expresa con particular intensidad su amor y devoción a la Virgen María”, y en otro tiempo era normal rezar el Rosario con la familia, por muchas razones, hoy parece olvidado.

Con cierta concreción, Madre Chiara destaca algunas características que hacen de ella una oración fundamental y particularmente eficaz, sobre todo en las situaciones más difíciles:

Es una oración que nos permite reflexionar, releer la vida de Jesús y la presencia de María en los diversos misterios; una oración que podemos pronunciar incluso cuando estamos cansadas y que podemos ofrecer siempre, especialmente en los momentos difíciles de la historia, dirigiendo nuestra invocación al Señor por intenciones particulares, por la familia, la Iglesia, la sociedad, la paz en el mundo. (…) Con el rezo del Rosario cada uno recibe, de manos de la Madre, la Gracia y las gracias que necesita para afrontar el camino de la vida.

Perseverar en la oración con María y como María

La presencia de María conduce y guía la vida de los Fundadores en cada momento. Ambos viven de manera muy especial la devoción a la Virgen, tanto que Don Bosco consideraba el Rosario “uno de los aspectos de su práctica educativa que consideraba indispensable”. Madre Mazzarello, por su parte: “Nunca descuidó el rezo del Rosario con el que constantemente volvía su corazón y su pensamiento a María Auxiliadora, la verdadera Superiora del Instituto. Y, como Don Bosco, repetía a menudo: “Tened mucha confianza en la Virgen, ella os ayudará en todas vuestras cosas” (L 23, 3).

La oración del corazón

Partiendo de una expresión del Papa Francisco escrita en el Twitter – «El Rosario es la oración de mi corazón, la oración que siempre acompaña mi vida» – Madre Chiara expresa su deseo para todas las Hijas de María Auxiliadora:

Querría que cada una de nosotras pudiera decir lo mismo: “El Rosario es la oración de mi corazón, la oración que siempre acompaña mi vida”.

Después de haber recordado algunas experiencias de Santos, incluidos los Fundadores, sobre el poder de la oración a María, Madre y Maestra sabia, de la que aprender el secreto de la unificación interior entre el ser y el hacer, entre la fe y las obras, entre la oración y el trabajo, entre servicio a Dios y servicio educativo a los jóvenes, la Madre concluye la Circular con un deseo:

Espero que la lectura y profundización del tema de esta Circular nos ayude a remotivar y renovar, con fidelidad creativa, personal y comunitariamente, el amor filial a María a través del Rosario, y nos sostenga en animar a los jóvenes, a las familias a esta forma sencilla y concreta de oración y contemplación.

Finalmente, asegurar la oración y el recuerdo el 24 de mayo en Turín, en la Basílica de María Auxiliadora, por cada FMA por todas las Comunidades Educativas y por la paz que el mundo necesita con urgencia.

Circular n° 1027