Tam Ha (Vietnam). El 4 de agosto de 2022, en Tam Ha, en la Casa inspectorial, las Hijas de María Auxiliadora de la Inspectoría María Auxiliadora celebraron la Santa Misa de la Primera Profesión religiosa de veintiuna Novicias y el 150º Aniversario del Instituto FMA, con las familias de las candidatas.
“Felicidad y gracia me acompañarán todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por días sin término” (Sal 22,6) era el eslogan escogido por las jóvenes.
La Celebración Eucarística fue presidida por don Barnaba Le An Phong, Inspector de los Salesianos de Don Bosco de la Inspectoría S. Juan Bosco (VIE), que en la homilía dijo a las jóvenes: “Cuando se emiten los votos religiosos, se vive una nueva relación con Dios y se hace todo como una religiosa. Los votos os transforman radicalmente en Cristo, dándoos un corazón nuevo para glorificar a Dios”. Después invitó a las FMA y las candidatas a recordar: “Soy un instrumento en las manos de Dios, y me entreno para estar siempre disponible para Dios”.
Después de la homilía se cumplió el rito de la Profesión religiosa. En presencia de la asamblea, las candidatas emitieron públicamente los votos de castidad, pobreza y obediencia por un año, según el camino evangélico trazado por las Constituciones del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Las nuevas Profesas recibieron entonces las Constituciones del Instituto FMA y el crucifijo.
En nombre de la Madre General, la Inspectora, sor Maria Hoang Thi Thu Ha, expresó a cada profesa la acogida en el Instituto FMA.
Al concluir la Celebración, sor Maria, en nombre de toda la Inspectoría, dio las gracias a los sacerdotes, los/las religiosos/as y la Comunidad FMA presentes. De manera particular, agradeció a los padres el ofrecimiento generoso al Instituto de sus hijas.
El Instituto FMA se desarrolló en el arco de 150 años por gracia de Dios y en las manos maternas de María. Sor Maria pidió por tanto a todos que continuemos rezando por el Instituto, por la santidad de las hermanas y por la misión entre los jóvenes pobres y desfavorecidos.
A las Neo-profesas, junto a la plegaria por su camino de santidad, el augurio de que la experiencia de “ser amadas y transformadas por Dios, custodiadas y cuidadas” sea siempre el motivo que las sostenga y acompañe en el ofrecimiento de la propia vida y en el servicio a la misión según el Carisma salesiano.
